Cola en Mañongo por detergente y otros productos. (Foto Andrews Abreu)
Beatriz Oliva || boliva@el-carabobeno.com
No solo se trata de recorrer diferentes establecimientos, sino también de realizar más de dos colas en un mismo local para que el consumidor pueda tener el producto que necesita en sus manos. Llegan al local y deben comenzar por cumplir la fila que está en la calle, luego la del estacionamiento para poder entrar y posteriormente para pagar.
Una vez que el local abra las puertas, y si el consumidor llega entre los primeros, puede durar más de 20 minutos para pasar a la segunda cola y más de una hora para entrar al establecimiento. El tiempo para cancelar el producto depende de la rapidez de los cajeros y la cantidad de cajas abiertas. Esto se vive frecuentemente en un supermercado del sector Mañongo, de Naguanagua.
Desde tempranas horas se comenzó a forman una cola kilométrica en el establecimiento para comprar detergente, suavizante, lavaplatos en pasta, jabón de baño, harina de maíz, leche y compotas.
Al llegar un producto a un establecimiento el rumor se corre en segundos. Soledad Torres se trasladó desde el sur de la ciudad hasta un supermercado de la avenida Bolívar, pues se enteró que estaban despachando compotas. No había cola y pudo comprar las ocho que le correspondían en poco tiempo.
Los consumidores también aprovechan las colas para “pasarse el dato” de lo que pueden conseguir en otros establecimientos. Estos llaman a otros familiares para que se trasladen y ver si llegan a tiempo para comprar.
Efectivos de la Guardia Nacional se colocan a las afueras de establecimientos para mantener el orden. Consumidores rechazaron que utilicen acciones intimidantes como tener sus armas en las manos para lograrlo.
