Personas esquivan el agua residual. (Foto Rodrigo Vega)
Sara Pacheco
El agua sucia se empoza en la avenida Boyacá. Autobuses y vehículos livianos escapan del tráfico de la avenida Lara por esta vía alterna. Desde hace dos meses un bote de aguas negras intensifica el caos en la vía. Comerciantes y trabajadores de los locales cercanos son los más afectados.
El mal olor se siente metros antes de ver el origen del bote, que con el constante paso de vehículos se ha extendido. Las peores horas son el mediodía y en la tarde porque el sol agrava el fuerte olor.
David Rosales Asgarale trabaja junto al desbordamiento. El ambiente condiciona sus ventas. Transeúntes prefieren pasar de largo en lugar de detenerse en el local y soportar la molestia. “Hemos llamado en varias ocasiones a la Alcaldía de Valencia e Hidrocentro, pero no aparecen. Hace una semana me dijeron que vendrían”.
Las tuberías colapsaron hace tres años y el bote es recurrente. “Le pagamos 13 mil bolívares a un camión privado para que destapara las cañerías. No se solucionó completamente. Las aguas negras tienen dos meses molestándonos”.
El comerciante Mazen Hussein detalló que el fuerte olor se percibe dentro de los negocios. “Es tan fuerte que el agua sale por debajo de la acera”.
En total son cinco establecimientos afectados directamente por la obstrucción. Al momento de la entrevista David Rosales llamó nuevamente al número de atención al público del órgano municipal y un funcionario le pautó otra visita que no se concretó.