La venta la hacen programada por el terminal de la cédula. (Foto Carlos Andrés Pérez)
Dayrí Blanco
De Guacara a la avenida Michelena en Valencia. Ese fue el recorrido que hizo Fabiana Hernández y no cumplió su objetivo. Se devolvió con las manos vacías. No consiguió pollo. Fue al local donde a principios de año logró comprar dos piezas. Pero las cosas han cambiado. Ahora la venta la hacen programada por el terminal de la cédula de identidad. Y solo atienden al público en las mañanas.
Debe volver el viernes. Su madre, quien la acompañó en busca del escaso alimento, regresará el miércoles. Pero el traslado de unos 36 kilómetros no es todo lo que deben pasar. Clientes del lugar relataron que a las 2:00 de la madrugada llegan al sitio para poder ser atendidos.
La gerencia del negocio no emitió declaraciones. Pero los carteles publicados en la fachada lo dicen todo. Se abren las puertas de lunes a viernes solo de 8:00 am a 11:00 am. Son estrictos con el horario, no reciben a nadie fuera de éste. Solo dos piezas puede adquirir cada persona a 43 bolívares cada kilo. En las tardes la atención es reservada para el personal de la empresa.