A un año del “Dakazo”, así luce la franquicia en su sede en Naguanagua. (Foto Archivo)

Luis Carías Toscano || Lcarias@el-carabobeno.com

Un año ha transcurrido desde el “Dakazo”, la reducción obligatoria entre 50% y 80% en los precios y su consecuencia en interminables colas. Los comercios aún no han superado la resaca de aquella fiesta y exhiben mermados inventarios con la esperanza de que no se reedite una experiencia similar nuevamente.

Todo se inició el 8 de noviembre de 2013, un mes antes de los comicios municipales en todo el país. “La burguesía le quita al pobre para enriquecerse. El saqueo que practicaban se acabó. El pueblo quiere justicia”, clamaba el presidente Nicolás Maduro, en una batalla que catalogó como la “guerra económica”. Comenzó con Daka, fiscalización, ocupación y baja de precios, pero se repitió en tiendas de ropa, calzados, ferretería, papelería y tecnología.

Elías Aponte, vicepresidente de Consecomercio, aseveró que aún hay vestigios de lo sucedido el año pasado. “Se procedió a la venta forzosa de inventarios disponibles para 90 días, que provocó que muchos establecimientos iniciaran 2014 tratando de recomponer su sistema. A la fecha, no lo han logrado, al extremo de que muchos debieron cerrar operaciones, liquidar su personal o, en el peor de los casos, terminaron en el mercado informal”.

Menos electrodomésticos

A las tiendas, especialmente de tecnología, les sobra espacio. Los estantes lucen limpios, pero vacíos. El personal es limitado y los visitantes también. Edgar Berrios, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade), garantizó la disponibilidad de equipos, pero la oferta de mercancía será menor.

La advertencia obedece a que el Gobierno sólo adjudicó al sector 330 millones de dólares para importaciones, cuando en 2012 fueron un mil 200 millones de dólares y en 2013 cerca de $700 millones.

Berrios dijo que la mercancía disponible para diciembre será la proveniente de las subastas de los meses de abril y julio. Agregó que el Ejecutivo ha prometido que la situación del mercado se normalizará durante el año que viene.

“En líneas generales, habrá productos en el mercado. Quizá no en la variedad deseada, pero habrá oferta. Probablemente sucederá como en el sector de víveres y medicinas, en el que hay que caminar un poco más para conseguir lo que se necesita”, sostuvo Aponte, directivo de Consecomercio.

Restricciones en ventas

Otra de las consecuencias del “Dakazo” se observa en las limitaciones de los consumidores a la hora de adquirir un producto. Uno de los ejemplos se ve en la cadena de tiendas Zara, cuya renovación de inventarios a dólar preferencial ha ocasionado largas colas en sus sedes.

En estos establecimientos hay ciertos requisitos para adquirir productos: presentar la cédula de identidad; sólo se pueden comprar cinco prendas de vestir y esperar un mes para volver a la tienda; del máximo de piezas, sólo tres pueden ser superiores, como camisas y dos inferiores, como pantalones.

Temor al futuro

El Gobierno comenzó a aplicar nuevamente el guión del año pasado, pues el 31 de octubre se adelantó el inicio del plan Navidades Felices 2014, con el reinicio de las inspecciones. “Vamos a recorrer los centros comerciales y bulevares donde la gente compra sus juguetes, artículos navideños, electrodomésticos, calzados y textiles que muchas veces son objeto de usura y especulación en esta época decembrina”, informó el superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez.

El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) expresó que existe “seria preocupación” por estas fiscalizaciones iniciadas a diversos establecimientos comerciales, ante la posibilidad de que se reedite la experiencia vivida el año pasado, a partir de la obligatoriedad de vender ciertos bienes a precios por debajo de sus estructuras de costos.

Las inspecciones a comercios “deben darse con base en lo que establece el Estado de derecho” y evitarse que tengan impactos similares al “Dakazo”, pues ocasionaría la desaparición de más comercios y la caída de la economía.




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