Los estantes se mostraron casi vacíos. (Foto Clemente Espinoza)
Dayrí Blanco
Ana Linares ingresó a un local del centro de la ciudad, apenas dio unos cuantos pasos desde la entrada. Su mirada se paseó por las exhibiciones y eso bastó para que la resignación se instalara en su rostro. Se dio media vuelta y se fue. No compró nada. Lo único que se llevó fue la noticia de que a menos de 60 días para la llegada de la Navidad el típico ambiente de la temporada no se ha hecho sentir en los establecimientos.
Ella está acostumbrada a cambiar cada año los adornos con los que decora su casa en esta época. Pero esta vez no podrá hacerlo. En los comercios lo poco que se oferta es parte de la mercancía excedente del 2013. En algunos casos sí son productos nuevos, pero que llegaron al país en febrero, producto de la liquidación tardía de las divisas para las importaciones. Este año la historia se repetirá.
El panorama es el mismo en cada local. Para esta fecha era habitual ver todo un inventario renovado en las tiendas. Este año eso cambió. Al negocio de He Feng, comerciante de origen asiático, ha llegado el 30% de lo que ha pedido a los proveedores nacionales que le despachan arbolitos con un incremento de hasta 100% con respecto a los precios de la temporada anterior. La respuesta que le dan los vendedores es que no tienen los dólares suficientes para importar la materia prima para fabricar el producto, por eso el aumento y la escasez.