Dayrí Blanco
La escasez los obligó a pernoctar. Alrededor de 50 personas
se mantienen haciendo cola en las afueras de un establecimiento donde
comercializan cauchos en el municipio San Diego. Están ahí desde el lunes en la mañana pese a
no tener ningún tipo de garantía de cumplir su objetivo.
Están organizados. En el parabrisas frontal de cada uno de
los vehículos colocan el número de acuerdo al orden de llegada de cada uno. Si
alguien tiene que ir a trabajar o hacer alguna diligencia lo hace, su puesto
está asegurado.
Llegaron este lunes al establecimiento luego de haberse
enterado que la semana pasada se vendieron cauchos rin 13 en nueve mil 500
bolívares con balanceo y alineación incluidos. Desde la gerencia se les ha
informado que desconocen cuándo volverán a hacerle un nuevo suministro. Pero
siguen ahí. Están negados a pagar entre 30 mil y 40 mil bolívares por un
neumático, que es el precio en el que se lo ofrecen en otros comercios o en el
mercado informal, lo que es igual a 430% por encima de la regulación.
Orland Cáseres es el encargado del establecimiento. Explicó
que hace tres semanas tomo las riendas de la administración del lugar, desde
ese entonces sólo en dos oportunidades ha llegado despacho de unas 40 unidades
que se venden el mismo día. Las reglas son claras ahí. Se realiza una revisión
técnica a cada uno de los neumáticos de las personas que desean hacer una
compra y solo se atiende la petición de los que requieren un cambio urgente.
Otra regla indica que se venden dos unidades por persona.
Ese es sólo el reflejo de la crisis que se vive en la
fábrica de cauchos de la región que en su conjunto trabaja a un poco menos del
15% de su capacidad instalada por falta de materia prima importada. Se conoció
que a dos de las empresas se les prometió asignación de divisas para la
adquisición de insumos que en su mayoría provienen del continente asiático,
pero+ aún no se ha hecho efectivo.
