Beatriz Rojas/@rojas_beatriz
La harina de maíz precocida es uno de los productos alimenticios a precios regulados más buscados por la población. Este martes llegaron 500 bultos a un supermercado de la avenida Bolívar Norte, y como era de imaginarse, una muchedumbre se aglomeró en los alrededores del establecimiento.
La venta se restringió a razón de 4 paquetes por persona, pero adquirirlas era casi un privilegio. Había un numeroso grupo de personas tratando de comprar, y unos tres efectivos de la Guardia Nacional organizaba la entrada al establecimiento comercial. Todos tenían palos en la mano, lo cual fue tomado por los clientes como amedrentamiento.
Una de las colas se formó al finalizar la vidriera, por lo que quedó libre el área del toldo donde daba la sombra, pero los guardias no dejaban parar a nadie allí. Al que intentaba quedarse, uno de los efectivos militares le decía: “por favor, póngase en el sol”.
Una señora le dijo que tuviera consideración de ella porque estaba embarazada, y este insistió: “por favor póngase en el sol con los demás”. Por supuesto, él y sus compañeros estaban en la sombra.
Una anciana iba contenta con sus cuatro paquetes de harina. Según comentó, tenía más de un mes sin comer arepas, por lo que consideró la compra un gran logro.
De Abastos Bicentenario este martes los clientes pudieron llevar además de pañales y detergente en polvo, aceite a 270 bolívares el litro. Las colas permanecieron del mismo tamaño que las de todos los días. Todos los compradores esperaban bajo el sol para poder ingresar al establecimiento.
En una farmacia de grupo los clientes pudieron adquirir 2 cremas dentales, 2 potes de shampú, uno de detergente líquido y dos afeitadoras.