Alfredo Fermín || afermin@el-carabobeno.com
María Corina Machado insiste en que se inscribirá como
candidata a diputada de la Asamblea Nacional, porque la sanción que le impuso
la Contraloría General de la República es administrativa, por lo cual no quedó
inhabilitada políticamente.
La líder de la organización Vente Venezuela afirma con
vehemencia que tiene derecho a postularse y a ser elegida. A su juicio, el
argumento del contralor es mentira, porque ella presentó de manera rigurosa y
oportuna su declaración jurada de patrimonio.
Esto es una patraña con la que pretenden callarme. Pero si
insisten en inhabilitarme por 12 meses es para el ejercicio del cargo a partir
de hoy. O sea, que me estarían arrebatando el ejercicio de los primeros seis
meses, pero no el ejercicio de los cuatro años y medio siguientes que dura el
período legislativo. El Consejo Nacional Electoral está obligado a aceptar mi
postulación, afirmó Machado.
Durante la conversación, María Corina Machado aseguró que
con las inhabilitaciones a ella, a Daniel Ceballos, Enzo Scarano y Pablo Pérez
está en marcha un fraude monumental. “Tenemos que combatirlo y desmontarlo. Por
eso pido a los periodistas que defiendan el derecho a decir la verdad a pesar
de la persecución, de la censura, del chantaje. Pido a los trabajadores que
defiendan sus derechos laborales. A los estudiantes que defiendan la autonomía
universitaria, a pesar de las bombas. Estoy en la obligación de defender su
derecho a elegir a quienes los representen”.
-¿Cómo pueden los medios defender esos derechos, si casi
todos están en manos del Gobierno?
-El Carabobeño no lo está, por lo cual tenemos dónde
expresarnos. Tenemos que utilizar
nuestra voz, hablando en alto en las calles, en las plazas, en las fábricas, en
los hogares, asumiendo que cada uno tiene la responsabilidad de informar y de
saber lo que está pasando para convertirlo en mecanismos de difusión de la
verdad.
El Carabobeño es víctima
de un Gobierno que siente terror ante
la verdad y la decencia. Saben que esta es una lucha existencial, ética,
y conocen nuestra fortaleza. No nos van a quebrar. Por eso, la agresión a El
Carabobeño, que es un ejemplo y un emblema de la resistencia cívica. Este
diario nos está indicando que el país tiene la obligación de rebelarse ante la
pretensión de que perdamos la libertad y la dignidad.
No vamos a aceptar que pretendan callarnos. Vamos a luchar
porque el mundo sabe que la inmensa mayoría de los venezolanos quiere un cambio
político y es hora de actuar y de hacernos respetar.
-¿Cómo hacen los patriotas cooperantes de Cabello para espiar
a líderes de oposición?
-Ellos tienen los cuerpos de seguridad y de inteligencia del
Estado, que deberían estar combatiendo el hampa. En las afueras de este
hotel donde me encuentro hay decenas de
funcionarios del Sebin que me siguen a todas partes. Algunos hasta me han dado
colas en motos para trasladarme cuando tengo urgencias, porque se han hecho
amigos míos y saben que no actúo con maldad.
-¿Puede ganar la oposición las elecciones parlamentarias si
no hay unidad en la MUD?
– No podemos entrar en el chantaje que propone el régimen.
En todas las elecciones pasadas ha habido unidad. Se han cometido graves
errores pero logramos una plataforma con una tarjeta unitaria. Estoy segura de
que el país no quiere que la coalición de la Unidad se comporte como el partido
único de Venezuela, el PSUV, donde al que piensa distinto lo sacan a patadas.
-¿Está de acuerdo con la decisión del CNE sobre la paridad
de género?
-Es inaudito que hayan anunciado esto después de un proceso
de primarias en la Mesa de la Unidad Democrática. Soy partidaria de que haya
una participación mayor de mujeres en las elecciones parlamentarias. Es
insólito que en Venezuela, donde las mujeres son más de la mitad del país,
donde siete de cada 10 dirigentes comunitarias son mujeres, no haya mayor representación.
-¿Pareciera que nos estamos olvidando del drama de los
presos políticos?
-El drama de Leopoldo López, de Daniel Ceballos y de otros
presos políticos está muy profundo en nuestros corazones. En la reunión con
senadores españoles, Lilian Tintori y yo expusimos la preocupación por la
violación a los derechos humanos, la tortura, el drama de los presos políticos
y de sus familias, y sus inhabilitaciones, que han escandalizado al mundo
entero.
En el caso de las inhabilitaciones la reacción ha sido
contundente. Yo estoy impactada. He hablado con Luis Almagro, secretario
general de la OEA, y me ha dicho que estas son prácticas de las dictaduras. Una
sanción administrativa no puede inhabilitar a una persona; el único que puede
inhabilitarlo es el pueblo con su voto. Lo mismo dicen 28 expresidentes y otras
personalidades. De manera que esto está generando una presión porque el mundo
entero entiende que las próximas elecciones parlamentarias son un paso fundamental hacia la transición para la democracia en paz.
-¿Será suficiente lograr mayoría en la AN?
-No basta con cambiar el parlamento. Venezuela exige un
cambio de régimen y Maduro se tiene que ir para iniciar la reconstrucción de
Venezuela. Por esto insistí ante Almagro en que la OEA y la Unión Europea ya
deberían estar aquí para que constaten el uso de los recursos para proselitismo,
la persecución a los periodistas libres. Y para que se aprueben las elecciones
hay que abrir todas las cajas para
contar todos los votos. Se tienen que
cerrar los centros de votación a las 4 p.m. y no dejarlos abiertos hasta las 10
p.m. para que el régimen tome ventajas.
-¿Un trapo rojo el problema del Esequibo?
-Tenemos un régimen que desde hace 11 años entregó la
reclamación del Esequibo, y yo desde el 2002 lo advertí en la AN. Pedí la
interpelación de Maduro y la negaron; pedí una sesión del parlamento en un
buque de la Armada en nuestra zona en reclamación, y la negaron. Presentamos
una ley para que se le diera cédula a los venezolanos del Esequibo y la negaron. Creo que la
presión social, ciudadana y las Fuerzas Armadas han obligado a Maduro a tomar
una posición, que es una hipocresía porque ellos lo que han hecho es cumplir órdenes cubanas, que siempre han
estado al lado de Guyana en contra nuestra.
