Felícita Blanco
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas
(Cicpc) detuvieron preventivamente a cuatro personas por el robo y homicidio
cometido la noche del miércoles en la quinta Altamirana, de la urbanización
Caracas Country Club, donde murió el ingeniero Pedro José Azpúrua Marturet
(86), al conductor Marcos Aurelio Pérez Lovera (34) lo mataron de un tiro en la
cabeza y lo abandonaron en la
Cota Mil.
En la morgue de Bello Monte estaban este viernes los familiares del
ingeniero Azpúrua Marturet y del chofer Pérez Lovera haciendo los trámites para
retirar los cuerpos. Los primeros muy amablemente obviaron dar declaraciones a
la prensa y los segundos informaron que iban a trasladar el cuerpo a Guanare
(Portuguesa), donde esperaba su madre para sepultarlo.
Richard Pérez dijo que ellos eran nueve hermanos. Marcos Aurelio era
reservista, y estaba trabajando en la quinta Altamirano desde el mes de enero,
por recomendación de un compadre. Dejó tres hijos.
Los parientes del conductor les pidieron ayuda a los familiares del ingeniero
para costear los gastos de traslado y entierro. Éstos les manifestaron que
primero debían resolver el funeral de su abuelo y debían esperar unos días. Al
parecer, sospechan de alguna culpabilidad del chofer.
-No podemos esperar. Si hubiera estado involucrado no lo habrían matado.
Dijo Richard, y agregó que Marcos Aurelio tenía terminantemente prohibido salir
de la residencia y no cumplió las instrucciones.
En el Cicpc también rindió declaraciones la doméstica que encontró el
cuerpo cuando acudió a trabajar el jueves. Ella cocinaba, hacía otros deberes y
se marchaba en la tarde. El cadáver del ingeniero fue hallado en el pasillo del
segundo piso de la casa, con la cabeza envuelta en una sábana. Murió por
asfixia mecánica.
Pérez Lovera hablaba con su familia por teléfono. Se veían cuando salía
libre los fines de semana ó viajaba a Guanare.
Le había comentado a su hermano que estaba trabajando para un señor mayor,
pero el anciano se desplazaba normalmente y no era una carga para él.
