Anticonvulsivos son uno de los más afectados por el desabastecimiento. (Foto Archivo)
Luisa Quintero || lquintero@el-carabobeno.com
De 10 medicinas contra trastornos neurológicos en una farmacia quizás se consigan tres. La escasez de este rubro ya afectó toda la línea que se usa en el país para el tratamiento de enfermedades relacionadas con desórdenes cerebrales, por lo que pacientes de todas las edades se ven afectados, denunció Luisa del Moral, presidenta de la Sociedad Venezolana de Neurología (SVN).
Ángel Yamarte se encuentra en la búsqueda de Sinemet, cuyo principio activo en la levodopa (usado regularmente para el párkinson) pero no lo consigue. Su suegro de 80 años lo necesita para evitar las crisis que produce la enfermedad. Si pasa tres días sin tomar la medicina, el párkinson se manifiesta en su forma más grave: temblores incontrolables en todo su cuerpo que le impiden sus actividades cotidianas.
Anticonvulsivos, medicinas para controlar el párkinson o sedantes son los más afectados por el desabastecimiento, recalcó Del Moral. Levodopa y carbamazepina son los más buscados. La SVN ha recibido denuncias de mayor escasez en Táchira y Zulia. También han sido informados sobre reventas ilegales de medicinas al otro lado de la frontera.
En pocas farmacias solo se consigue Valpron o Valcote. Los farmacéuticos coinciden en que los despachos son espaciados, la demanda para este rubro es muy fuerte y las unidades que llegan en cada despacho no superan las 10 cajas.
La neuróloga afirmó que hay un completo descontrol clínico de los pacientes lo que se manifiesta en crisis cada vez más severas de convulsiones o temblores. Un episodio muy grave de convulsiones puede llegar a la muerte del paciente. 2015 ha sido peor que el año pasado para la SVN. Tampoco han recibido respuesta del Ministerio de Salud para agilizar la importación de materia prima y medicinas para este sector.
