Jenny
Sánchez Petit || jsanchez@el-carabobeno.com
La sequía, la tala, la quema además del medioambiente
afectan también las unidades de producción de las comunidades del eje
occidental, de allí la necesidad de que se genere un plan de preservación de la
naturaleza, en especial de las cuencas hidrográficas.
Cada vez que llega la temporada de verano se producen en los
tres municipios quemas indiscriminadas, la mayoría debido a personas
inconscientes que se dan a la tarea de limpiar sus parcelas a punta de fuego, o
comienzan un incendio solo por gusto. Estas acciones deberían ser
contrarrestadas con un plan de protección al medio ambiente, lo cual es
inexistente en la zona.
Víctor Hernández, productor agropecuario, manifestó que en
razón de la situación que se está viviendo en los campos venezolanos, debido a
la cantidad de incendios forestales se hace necesario que los organismos
públicos y quienes trabajan el campo organicen acciones destinadas a que se
desarrolle una política para minimizarlos.
La tala y la quema
también están afectando los suelos y la cantidad de agua que producen
los ríos, utilizados para los regadíos de las distintas unidades de producción.
Productores del campo como los de Chirgua, ya se quejaron a
principios de año y solicitaron perforación de pozos, pero eso no es la
solución, hay que tratar el problema donde se origina: el daño que se le está
haciendo a las nacientes de los ríos y a las quebradas. “Ya basta de que el ser
humano se dedique a explotar la naturaleza sin resarcir los daños que causa con
la tala, quema y el pastoreo en zonas prohibidas”.
