Alfredo Fermín | afermin@el-carabobeno.com
En la celebración del
nacimiento de Jesús, el arzobispo de Valencia, Reinaldo Del Prette, afirmó que
los venezolanos tenemos que reconciliarnos “a pesar de todo, para que
tengamos la verdadera paz que no
es la carencia de la guerra, sino la que
brota del amor de Dios, llenando nuestros corazones para darnos plenitud de
amor”.
Monseñor Del Prette hizo esta afirmación en la homilía que
pronunció durante la solemnidad de la noche de Navidad, en la Catedral, con una
espléndida ceremonia que concelebró con el párroco Pedro De Freitas. El templo
que acaba de ser restaurado estrenó una iluminación que conserva sus antiguas lámparas clásicas y
lució guirnaldas con flores de pascua en las columnas; macetas de crisantemos
blancos en el altar mayor que podían apreciarse, junto con la ceremonia, en pantallas
de televisión.
El ministerio musical estuvo a cargo de la agrupación Fogón
y Tambor, dirigida por don Pedro Paiva, quien interpretó una misa criolla poniendo una
alegría que agudizó el entusiasmo
presente en la celebración.
Después de las lecturas, monseñor Del Prette, luciendo una casulla dorada, pronunció la
homilía que inició destacando que la
Nochebuena es la luz que rompe
las tinieblas con el nacimiento del niño nacido en un pesebre de Belén, que
viene a cambiar nuestros corazones como
príncipe de la paz.
Antes de finalizar su sermón, monseñor Del Prette dijo
que Venezuela nos está pidiendo que
apartemos conceptos e ideologías y pongamos, al venezolano, en el centro de
nuestra historia porque somos hijos de un mismo padre, miembros de una misma
comunidad y con Jesucristo, el amor y la solidaridad podemos recuperar a un
país unido, positivista para un futuro promisor, con la paz que brota del amor de Dios y llene
nuestros corazones.