Vehículos caen constantemente en el hueco. (Foto Héctor Freile)
Sara Pacheco
Hace unas semanas un padre iba con su hija en una bicicleta, se desplazaban por la avenida principal de La Romana. Un vehículo estaba cerca, al intentar esquivar un hueco, golpeó inevitablemente a la pareja. La niña de seis años tuvo una lesión leve en el brazo derecho, pero es un hecho, argumentaron los vecinos, que pudo evitarse.
Eso tiene seis meses, un bote de agua hizo que se hundiera el concreto, explicó Pablo Mendoza. No es el primer incidente que involucra esa cavidad, pero sí el más grave. Mendoza estimó que en cualquier momento podría ocurrir un incidente peor.
Las personas decidieron arrojar escombros, pero todo fue peor, aseguró Heidy González. Indicó que muchos automóviles suben las aceras para esquivarlo, poniendo en riesgo a transeúntes. Describió que los conductores que desconocen la zona, se movilizan a altas velocidades, originando daños a sus máquinas.
El bote de aguas proviene de la casa de Rosa Navas. En múltiples ocasiones llamó a Hidrocentro notificando el hecho. Al ser ignorada decidió pagar, junto a su grupo familiar, a otras personas que solucionaran su molestia. No funcionó.
“Se canceló cuatro veces el mantenimiento de cloacas. La última vez nos dijeron que el problema no era la casa sino el tubo matriz”, manifestó molesta Navas. Criticó la falta de atención por parte de la empresa estatal, pues confesó que una ola de dengue arropó la zona por el agua empozada. Se siente ignorada por los organismos.
Sostuvo que, efectivamente, vecinos arrojan escombros pero el agua “no deja que hagan su función”, aunado al paso constante de carros. La comunidad exige soluciones a las autoridades.