Alcantarilla levantada en Ricardo Urriera en señal de reclamo. (Foto Héctor Freile)

Sara Pacheco

Tomás Herrera es abuelo. Desde hace alrededor un mes el frente de su casa en la urbanización Ricardo Urriera sector siete, calle 25, es una laguna de aguas negras. La situación afecta gravemente a sus nietos y otros niños del área. Tomás se vio en la necesidad de enviarlos a casa de otro familiar, pues empezaron a presentar dolores de estómago, fiebre, diarrea y erupciones en la piel. Presume que se debe a las cloacas.

Vecinos del sector están cansados de llamar a Hidrocentro. Incluso han asistido personalmente a las oficinas a entregar oficios a los ingenieros en los que exponen detalladamente las consecuencias del problema. Fueron recibidos y atendidos, pero aun las cuadrillas no llegan a resolver.

“Subimos las alcantarillas como protesta, para que vengan a solucionarnos el problema”, expresó Tomás. Habitantes decidieron levantar las tapas de los desagües hace una semana, impidiendo el paso vehicular, de esta manera llamar la atención de las autoridades.

Cloacas en las casas

En ocasiones Ramón Márquez debe usar botas de hule en casa, en la entrada de Bicentenario. El agua residual se asoma por las grietas del piso, inundando los espacios a su paso. Actualmente la situación no es tan crítica, pero estimó que al llegar las lluvias deberá retomar su vestimenta.

“Estamos así desde el año pasado. A veces necesitamos hasta tres bombas para sacar el agua”, indicó Márquez. Realizaron varios llamados a Hidrocentro sin recibir respuesta, por tanto decidieron abrir un hueco en la 5ta calle Andrés Eloy Blanco, destapando la obstrucción de las tuberías. Sin embargo, la solución duró unos pocos días. El problema regresó.


(Foto Héctor Freile)

Autogestión

El libreto parece el mismo. Sectores con las aguas negras desbordadas, familias sin poder utilizar los baños, desechos se devuelven por las cañerías, numerosos llamados a la hidrológica del centro sin respuesta. Algunas personas decidieron tomar el problema por sus manos ante el silencio de las autoridades, sin embargo en otras es tan grave que es imposible un arreglo.

En La Democracia sector I-A Ronald Montañés debe cada 15 días destapar su desagüe, de lo contrario sería “insoportable”.




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