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Los temores de que los 43 estudiantes desaparecidos desde septiembre en el sur de México hayan sido masacrados se agudizaron después de que fueran identificados los restos de uno de los jóvenes, llorado este domingo por su familia entre reclamos de justicia.

Los restos del joven Alexander Mora, de 19 años y el pequeño de ocho hermanos, fueron encontrados en la misma zona del estado de Guerrero (sur) donde sicarios de un cártel narcotraficante declararon haber asesinado a los jóvenes e incinerado sus cuerpos.

En su humilde vivienda de la comunidad de El Pericón (Guerrero), la familia de Alexander lo recordaba este domingo como un joven alegre cuyo sueño era ser maestro para sacar adelante a su viudo padre.

«Alexander fue el único de los hijos que quiso salir. Decidió irse a estudiar porque su sueño era formarse como maestro y ni modo, le quitaron la vida», explica afligido su padre a la AFP en su diminuta casa de dos cuartos.

Vecinos, amigos y compañeros estudiantes han ido llegando a la vivienda de color azul de la familia de Alexander desde que el sábado se conoció que es el primero de los 43 estudiantes desaparecidos del que hay pruebas de su muerte.

En su memoria prepararon un pequeño altar con velas, varias fotografías del muchacho y una playera de fútbol, su gran pasión junto a la lectura, recuerdan.

A El Pericón, una empobrecida comunidad montañosa de 1.800 habitantes, no ha llegado ni ha llamado ningún representante del gobierno, lamentan.

La identificación fue realizada por un prestigioso laboratorio de Austria y ahora su padre está a la espera de que le envíen los restos de su hijo, apenas un hueso y una muela, para darles sepultura.

«Somos gente humilde que vivimos del campo. Queremos darle un sepelio como se hace aquí, honradamente, pobremente», explica su hermana Edith.

 

– A las puertas de la cumbre – 

La fiscalía general convocó a una conferencia de prensa al mediodía del domingo para dar información sobre el tema.

En el caso de que los 43 estudiantes hayan sido asesinados, sería una de las peores masacres de la violencia que vive México desde el lanzamiento de una ofensiva militar contra el narcotráfico en 2006. Más de 80.000 personas han sido asesinadas y 22.000 desaparecidas desde entonces.

La desaparición de los estudiantes mereció la condena internacional y exhibió de nuevo la profunda infiltración del narcotráfico en autoridades mexicanas.

En este contexto de indignación nacional y fuertes protestas por el crimen, Peña Nieto se apresta a recibir a jefes de Estado de América Latina, España y Portugal en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Veracruz (este) del lunes y martes.

Algunos presidentes ya se encuentran en territorio mexicano, como el uruguayo José Mujica, quien tuvo en noviembre un incidente diplomático con México al decir en una entrevista que la situación de ese país es «terrible» y que pareciera que fuese «una especie de Estado fallido», aunque después el mandatario rectificó.

– «Vamos a hacer justicia» – 

La identificación de los restos de Alexander Mora fue confirmada por un vocero de las familias en una nueva protesta el sábado por el crimen en Ciudad de México, donde miles de manifestantes llevaron banderas negras y exigieron la renuncia de Peña Nieto.

«Que se haga justicia porque esto no se puede quedar así. Mi hermano no era un animal como lo mataron. Era un niño inocente que no sabía nada de la vida, no era un drogadicto», reclamó Edith, la hermana de Alexander.

Como los demás desaparecidos, Alexander estudiaba en una escuela de la comunidad de Ayotzinapa (Guerrero) para formarse como maestro y dar clase en áreas rurales del empobrecido Guerrero. 

Los padres aseguran que no cesarán su búsqueda y sus protestas contra el gobierno hasta encontrar a los otros 42 estudiantes.

Los jóvenes desaparecieron la noche del 26 de septiembre después de que policías de Iguala (Guerrero), que supuestamente seguían órdenes del alcalde, atacaran autobuses que los jóvenes se apropiaron para regresar a la cercana Ayotzinapa.

Los agentes los entregaron a sicarios del cártel Guerreros Unidos, al cual según autoridades servían el alcalde y su esposa, ya detenidos.

Los sicarios asesinaron a los estudiantes, quemaron sus cuerpos en un basurero y después arrojaron los restos carbonizados en bolsas a un río, según la fiscalía.

Para corroborar ese terrorífico relato, la fiscalía envió en noviembre algunos restos encontrados a un prestigioso laboratorio de la Universidad de Innsbruck (Austria).

El abogado Mario Patrón, un representante de las familias, señaló a la AFP que los restos de Mora fueron encontrados en la orilla de un río pero subrayó que esta identificación no prueba que todos los otros jóvenes fueran también asesinados.

«Las autoridades tienen que explicar el paradero de todos los desaparecidos», recalcó.




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