Litzy Sanz Nava

Rosana González turista larense que visitó por primera vez, esta semana, el litoral carabobeño se llevó este miércoles una gran decepción cuando finalmente llegó a la famosa playa El Palito de la que tanto le hablaban sus padres cuando pequeña. 

¿En serio esta es una playa apta para bañarse? Porque más bien parece botadero de basura, un cementerio de cauchos o un vertedero de aguas servidas. 

Y es que pese al esfuerzo que hacen los comerciantes locales por mantenerla limpia, basura como escombros, palos y ramas secas arrastradas por los ríos, cauchos de cualquier tamaño, envases de plástico y vidrio, y toda clase de desperdicios ocupan un extenso tramo de esta playa. 

Como la turista larense, surfistas, lugareños y visitantes que disfrutan de este  balneario pidieron a las autoridades mantener un plan de limpieza permanente  estos espacios que reciben a cientos de visitantes en cada temporada alta o baja. 

Pero el compromiso debe ir de la mano de los ciudadanos. El Palito, en vez de entristecer a los turistas y “espantarlos” hacia otras costas, debería ser una zona emblemática y privilegiada. No sabemos en que momento se convirtió en el basurero de algunos ciudadanos con actitud poco cívica. Así lo manifestaron comerciantes de este popular sector, quienes acusaron a quienes arrojan allí todo tipo de basura como los responsables de que el balneario se encuentre completamente lleno de desperdicios.




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