Reuters
Dos vuelos de Air France que viajaban a París desde
Estados Unidos fueron desviados durante varias horas el pasado martes luego de que se recibieron amenazas
anónimas de bombas, y más de 700 pasajeros y tripulantes fueron retirados
de forma segura de las aeronaves, dijeron funcionarios.
El vuelo 65, un Airbus A-380 que despegó desde Los
Angeles, aterrizó sin problemas en Salt Lake City, donde los pasajeros y la tripulación fueron
escoltados a la terminal, dijo un portavoz de la Administración Federal de
Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés).
El Salt Lake Tribune, citando a un funcionario del
aeropuerto, dijo que el avión llevaba 497 personas a bordo. El FBI dijo en un
comunicado que no se encontraron pruebas
a bordo de la aeronave «que brinden credibilidad a las amenazas»
contra el vuelo.
El vuelo 55, un Boeing 777 separado que partió
desde el aeropuerto internacional de Dulles, en las afueras de Washington D.C.,
fue desviado al aeropuerto internacional
de Halifax en Nueva Escocia, que dijo que las 262 personas a bordo habían desembarcado
de manera segura.
La Policía Montada de Canadá en Halifax dijo en su
cuenta de Twitter que los perros de la
fuerza revisaron el avión en busca de explosivos, pero no se revelaron más
detalles.
En un breve comunicado, Air France dijo que los dos
vuelos habían sido «sujetos de
amenazas anónimas recibidas después de sus respectivos despegues».
Air France dijo que las autoridades
inspeccionaron los aviones, pasajeros y equipaje, y agregó: «Una investigación será dirigida por las
autoridades para identificar el origen de la llamada telefónica».