AP
Un hombre que afirmaba haber
sido secuestrado y equipado con un cinturón de explosivos provocó el cierre de
una parte del centro de Bruselas durante la hora pico el martes por la
mañana, pero un equipo de artificieros encontró solo sal y galletas en el
interior dispositivo, según la oficina del fiscal de Bruselas.
El sujeto,
identificado sólo como J. B., fue detenido para ser interrogado. La fiscalía
explicó que tenía antecedentes y un historial de problemas psiquiátricos.
Las
autoridades investigan si el incidente registrado en los alrededores del centro
comercial City 2 estaba relacionado con el terrorismo o era una falsa alarma,
explicó el fiscal de Bruselas, Rym
Kechiche.
Un
segundo hombre, sospechoso de llevar en coche a J. B. hasta el lugar de los
hechos, también está siendo interrogado.
J. B.
telefoneó a la policía a las 05:30 de la madrugada diciendo que había sido
secuestrado y le habían colocado un artefacto explosivo que podía ser detonada
a distancia por otra persona, dijo Kechiche.
El
sospechoso informó recientemente a la policía que había sido reclutado para
unirse al grupo extremista Estado Islámico en Siria, pero la fiscalía no fue
capaz de ratificar o desechar su afirmación, agregó el fiscal.
Las
autoridades hallaron un auto que respondía a la detallada descripción ofrecida
por el hombre estacionado en una calle en la zona de Schaerbeek de la capital
belga.
A raíz
de la alerta de seguridad, el primer ministro del país, Charles Michel, cambió
su agenda matinal y se convocó una reunión del centro de crisis.
Peter
Mertens, vocero del centro de crisis, dijo que no se ha modificado el nivel de
alerta en el país.
«Este
nivel, y las medidas que lo acompañan, es ya alto«, explicó Mertens.
«La situación de esta mañana no tiene repercusión en las medidas
existentes».