Autoridades, feligresía y diablos danzantes concelebraron el día de Corpus Christi. (Foto Jhoniér Paéz)
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Como una familia unidad y hermanada por la fe católica cientos de litoralenses invocaron, este domingo al Cuerpo de Cristo en su día para que retorne el escenario de paz y unidad que siempre ha privado entre los venezolanos.
A la solemne misa de Corpus Christi en la catedral San José, este domingo, acudieron feligreses residentes de las parroquias asentadas en los municipios Juan José Mora y Puerto Cabello.
Monseñor Saúl Figueroa Albornoz, obispo del litoral carabobeño, acompañado de todo el clero diocesano porteño presidió el sagrado acto y procesión con el Santísimo Sacramento.
Antes en su homilía la autoridad eclesiástica dedicó su discurso a ampliar la relevancia de la conversión, servicio y amor al prójimo, a la que invita el Corpus Christi. Además de detallar cada uno de los pasos a seguir para honrar al Santísimo monseñor aclaró todo lo inherente a este sagrado acto.
Parte del discurso del Obispo fue destinado también a explicar que la Cofradía de los Diablos Danzantes fue creada por la iglesia católica y no por grupos culturales o de otro tipo de rituales ajenos a la casa de Dios. Los diablos fueron creados por un sacerdote católico y admitimos que ahora la iglesia no sabe que hacer con ellos pero en nuestro caso llevamos las cosas en orden porque ellos con respeto y veneración, le rinden un homenaje al Santísimo con una fe que muchos feligreses no profesan, apuntó.
Monseñor y el resto de los presbíteros presidieron los actos de cada una de las cinco estaciones de los Diablos Danzantes de San Millán y Patanemo como lo dicta la tradición.
Tras la culminación de la procesión antes de ingresar y ya dentro del templo los diablos danzantes de San Millán y Patanemo se postraron con demostrada sumisión ante el Santísimo Sacramento del Altar.
Los cientos de feligreses que acudieron a la misa de Corpus Christi participaron activamente, junto a los danzantes, en la procesión y acto de veneración.