Por Juan Carlos Caramés

Twitter: @juanccarames

De vez en cuando en una conferencia, los
jóvenes se me acercan y me dicen cuánto desean convertirse en grandes líderes y
diciendo cómo se esfuerzan por aprender y crecer, pero se lamentan diciendo: “-No
tengo a nadie a quien dirigir”.

Les respondo diciendo: “-Diríjase a usted
mismo, así se empieza. Además, si usted no se sigue a sí mismo, ¿Por qué
entonces lo debería hacer alguien más?”.

¿Ha trabajado alguna vez para
alguien que no se dirigía correctamente? O peor aún ¿Ha trabajado alguna vez
para personas en posiciones de mando que no saben dirigirse correctamente? ¿Qué
hacen ellos además de dar un mal ejemplo? Se parecen al cuervo que leí en una
fábula. El cuervo se sentaba en un árbol sin hacer nada todo el día. Un pequeño
conejo vio al cuervo y le preguntó: -¿puedo también yo sentarme contigo y no
hacer nada todo el día? -Claro, contestó el cuervo, -¿Por qué no? Entonces el
conejo se sentó en la tierra debajo del cuervo, siguiendo su ejemplo. De
repente un zorro apareció, se echó encima del conejo, y se lo comió.

La moraleja de la fábula es que
si usted va a holgazanear no haciendo nada todo el día, usted debería estar en
lo alto, pero si usted está abajo donde se encuentra la acción, usted no puede
ponerse a holgazanear. La clave para dirigirse bien a sí mismo es aprender la
auto administración. He observado que la mayor parte de las personas ponen
demasiado énfasis en la toma de decisiones pero muy poco énfasis en la
administración de esa decisión. Por consiguiente, ellos carecen de enfoque,
disciplina, intencionalidad, y propósito.

Lo que importa es el hoy. La
gente que triunfa toma decisiones acertadas al principio de un proceso y
administra esas decisiones diariamente. A menudo pensamos que dirigirse a sí
mismo tiene que ver con tomar buenas decisiones cada día, cuando la realidad
consiste en que necesitamos tomar unas cuantas decisiones críticas en las áreas
principales de la vida para después poder administrar decisiones día a día.

Aquí está un ejemplo clásico de
lo que quiero decir. ¿Se ha planteado alguna vez  en año nuevo, ponerse en forma? Usted
probablemente ya sabe que el ejercicio es importante. Tomar la decisión de hacerlo
no es difícil, lo difícil es llevarlo a cabo de manera constante. Digamos, por
ejemplo, que usted se mete al gimnasio en la primera semana de enero. Usted
está emocionado de saber que va a empezar, pero la primera vez que usted llega
al gimnasio, hay demasiada gente. Usted conduce por unos quince minutos, y
finalmente encuentra un estacionamiento a cuatro cuadras del gimnasio. Pero no
hay problema, usted está allí para el ejercicio de todos modos, entonces camina
hasta el gimnasio. Después, cuando entra en el edificio, tiene que esperar solo
para usar uno de los vestidores. Aun así usted piensa, No hay problema. Quiero
ponerme en forma. Esto va a ser genial. Piensa eso hasta que finalmente
descubre que todas las máquinas están siendo utilizadas. Otra vez tiene que
esperar. Finalmente, se sube a una máquina —no es la que realmente quería, pero
que más da— y hace ejercicios por veinte minutos. Cuando ve la fila para la
ducha, decide no darse ninguna, toma su ropa, y se marcha a casa. ¡Para ese
entonces, el noventa por ciento de la gente que está hoy en el gimnasio lo
habrán abandonado!

Una cosa es decidir hacer
ejercicios, otra es hacerlos realmente. Ya que todos los demás se irán, usted
tendrá que decidir si también se marchará como todos ellos o si usted se
quedará en el gimnasio. Y esa es la auto administración.

¿Qué debe un líder administrar en
sí mismo? Veamos algunos consejos…

1.- Maneje sus emociones…

Una vez oí que la gente con
problemas emocionales tienen el ciento cuarenta y cuatro por ciento más de
probabilidades de sufrir un accidente que aquellos que no los tienen. El mismo
estudio claramente encontró que una de cada cinco víctimas en accidentes
fatales había estado en una pelea con otra persona en un período no mayor de
seis horas antes del accidente. Es importante saber controlar nuestras
emociones. A nadie le gusta pasar el tiempo junto a una bomba de tiempo
emocional que puede «explotar» en cualquier momento. Pero es especialmente
vital que los líderes controlen sus emociones porque sus acciones afectan a
muchas otras personas.

Los buenos líderes saben cuando
mostrar sus emociones y cuando guardarlas. Como los líderes ven más que otros y
más allá que otros, ellos a menudo experimentan las emociones primero. Decirle
al equipo lo que usted siente, es una magnifica manera de ayudarles a ver lo
que usted ve.

2.- Administre su tiempo…

El tiempo es valioso. El
psiquiatra y autor M. Scott Peck dijo: “Hasta que usted se valore, usted no
valorará su tiempo. Hasta que usted valore su tiempo, usted no hará nada con él”.
Charles Spezzano dice que “la gente no paga por las cosas con dinero; ellos las
pagan con el tiempo. Si usted se dice a sí mismo, en cinco años, habré ahorrado
lo suficiente para comprar aquella casa de vacaciones, entonces lo que usted
dice realmente es que la casa le costará cinco años”. “La frase ocupar su
tiempo no es una metáfora”, dice Spezzano. “Es la forma real en que la vida
funciona”.

En vez de pensar sobre lo que
usted hace o lo que usted compra en términos de dinero, piense en ellos en
términos de tiempo. Piénselo. ¿A qué vale la pena dedicar su vida? Ver su
trabajo a través de esa perspectiva puede que cambie el modo en que usted
administra su tiempo.

3.- Maneje sus prioridades…

Si usted persigue a dos conejos,
ambos se escaparán. En Good to
Great (Bueno a grandioso), Jim Collins escribe:

La mayor parte de nosotros tiene
vidas muy ocupadas, pero muy indisciplinadas. Tenemos listas de «cosas que
hacer» que siempre crecen, tratando de crear un impulso haciendo, haciendo, y
haciendo más. Y esto rara vez funciona. Sin embargo, aquellos que desarrollan
grandiosas compañías, utilizan las listas de «dejar de hacer» como las «de
hacer» de la misma forma. Ellos demuestran una cantidad notable de disciplina
para deshacerse de toda clase de basura extra.

Usted debe ser despiadado en su
juicio de lo que no debería hacer.

4.- Administre su energía…

Algunas personas tienen que
racionar su energía de modo que no se les acabe. Desde que era un niño, siempre
me estaba moviendo. Yo tenía seis años cuando me di cuenta que mi nombre no era
«Calma». Pero ya no tengo la misma edad… ha avanzado mi juventud acumulada.

Cuando veo mi agenda cada mañana,
me pregunto, ¿Cuál es el acontecimiento principal? Ese es el asunto al que le
tengo que dar lo mejor de mí.

Cuídese del “ABC” del drenaje de
energía.

Actividad sin dirección: hacer cosas que no parecen importantes.

Bastante carga sin acción: no poder hacer las cosas que realmente
importan.

Conflicto sin resolución: no poder lidiar con lo que sucede.

Si usted se encuentra en una
organización donde a menudo debe tratar

Si no puedo liderarme
correctamente, los demás no me seguirán. Si no puedo liderarme, los demás no me
respetarán. Si no puedo liderarme, los demás no se asociarán conmigo.

 




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