Sara Pacheco
Valentina pasó a tercer grado. Estudia en la misma institución donde se graduó su hermana mayor, Ana, quien ya es profesional. Los recuerdos entre esos pasillos son una catapulta emocional que impulsó a la familia a mantener a la pequeña de la casa en el mismo lugar. A pesar de que hay caras nuevas en la docencia, es mejor viejo conocido que nuevo por conocer.
Su madre, Ingar Rojas, pagaba el año pasado 8 mil 900 bolívares mensual. Este año escolar 2016-2017 viene con más de 200% de aumento, es decir 23 mil 500. Sin contar el monto de la inscripción que se ubica en 45 mil. Luisa Sosa, presidenta de la Asociación de Institutos Educativos y Privados en Carabobo (Andiep), informó que el incremento sería entre 100 y 200%.
La cifra total dependerá de cada colegio, de lo que ofrezca y del tamaño. Se realizan durante este mes asambleas para considerar propuestas. Estas decisiones deben basarse en la resolución 114 del Ministerio de Educación, que está reflejada a su vez en la Gaceta Oficial N°40.452, donde se establece que el procedimiento acordado en la toma de decisiones escolares debe incluir a los padres, madres, representantes y responsables quienes deciden o se involucran en el monto.
De no llegar a un acuerdo Sosa expresó que procederán a buscar alternativas para mantener la institución, como disminuir horarios, eliminar servicios o prescindir de ciertas actividades.
Este alto costo golpea los bolsillos de muchos padres en el país que tiene la inflación más alta del continente. Por ello Orlando Alzurú, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, detalló que al menos 100 mil estudiantes migrarán de la educación privada a la pública. El año pasado al menos 12% de estudiantes de educación básica fueron retirados de planteles. Pero las razones eran otras, mudarse al exterior encabezaba la lista. Ahora el cambio se debe a la imposibilidad de cancelar las matrículas.
Versión oficial
El vicepresidente para el Desarrollo Social y Revolución de las Misiones, Jorge Arreaza, señaló que el Estado venezolano está evaluando los incrementos en instituciones privadas con autoridades del Ministerio de Educación y la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos
Desde el Gobierno se estudia la posibilidad de reducir los requisitos para el ingreso de niños a los planteles, como por ejemplo recibirlos sin la cantidad total de útiles escolares, podrían adquirirlos paulatinamente, al igual que el uniforme.
Menos profesores
Para Alzurú, el sector público no posee lo necesario para recibir este éxodo. En primer lugar este año no se han construido centros educativos suficientes. Además el gran problema es la falta de profesores. Actualmente existe un déficit entre 25 y 30% en materias como matemática, físicas, química e inglés. Sobre este aspecto se derivan varias aristas. Una de ellas es la necesidad de mayores ingresos.
Un docente tipo “6” gana cerca de 60 mil bolívares, este es el mayor rango de preparación en un profesional. Por ello, muchos han decidido ingresar al sector informal. Hoy día no pueden aspirar a adquirir una vivienda o un vehículo, el sueldo ni siquiera cubre gastos en pasaje, especialmente de profesores en zonas rurales o alejadas de sus hogares.
La misma situación golpea a los estudiantes. Ingar gasta 600 diarios solo en transporte. En la mañana se juntó con otras dos mamás para pagar un taxi que cobra 1200 bolívares. Pero de regreso un representante lleva a su hija a su vivienda por cuatro mil bolívares mensuales.
Otro aspecto preocupante del caso fueron las jubilaciones masivas realizadas entre 2002 y 2003 por el Ministerio de Educación, detalló Alzurú. “Profesores especializados fueron sacados para darle campo a los egresados de universidades bolivarianas. Fue una decisión política”. Para el presidente de la Federación, la carrera ha perdido estabilidad laboral. “Son pocos los que quieren ahora estudiar educación”.
Si el déficit es preocupante para los estudiantes actuales, cuando llegue el nuevo año escolar, al cifra evidentemente ascenderá.
Algunos profesores han optado por irse del país. Alzurú refirió que la cifra es mínima en cuanto a docentes de educación primaria y bachillerato, es mayor en educación superior. En un reconocido colegio privado ubicado en Mañongo, se retiraron cinco de 100 profesores. En cuanto a alumnos, se han ido tres o cuatro por salón, sin confirmar si se trata de destinos fuera del país o a instituciones públicas. Sin embargo, este año, han regresado dos o tres estudiantes luego de haberse retirado del país a destinos como Panamá, Trinidad y Tobago y Ecuador, porque no funcionó lo que harían.
PAE a medias
El pasado jueves 14 de julio el diputado a la Asamblea Nacional, Miguel Pizarro, denunció que el Gbierno invierte millones de dólares en armas, mientras que el presupuesto destinado a los Programas de Alimentación Escolar (PAE) es cada vez peor. “El Gobierno destina mil millones de bolívares más a la compra de armas que a alimentación para las escuelas y el Programa de Alimentación Escolar otorga menos de 15 bolívares al día por niño”.
En 2015, Venezuela fue el país en Latinoamérica que destinó más recursos a compras de armas, según el Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo. Se trató específicamente de 162 millones de dólares. Las adquisiciones fueron de 133 millones en vehículos armados, 14 millones en artillería, 11 millones en aviones de guerra y 4 millones en barcos.
Al respecto, Auri Rivero, presidente de la Federación Venezolana de Maestros en Carabobo, expresó que este año escolar el programa fue muy irregular. Llegaba dos días a la semana en algunas instituciones, otras no contaban en absoluto con el beneficio. Solicitarán a la Zona Educativa mejoras para el próximo año.
