Marielis Arteaga
¿Imagina que pudiese prepararse una rica y generosa
ensalada con lechugas crujientes y muy verdes que usted mismo acaba de cortar?,
¿qué pasaría si sobre esa cama de lechugas fragantes pudiese agregar una
variedad suculenta de tomates tan frescos que usted mismo tuvo que recolectar
de la planta?
Experiencias gastronómicas tan placenteras como
estas no están reservadas solamente a los pobladores de campos y zonas
productoras de hortalizas, los citadinos también pueden sentirse tan
privilegiados si buscan cerca de casa.
En el corazón de la Universidad Simón Bolívar está
apostado, el vivero El Horticultor, una
maravilla de sitio que le propone a los visitantes, unos minutos de absoluto
placer para la vista y luego, para el paladar.
Resulta que desde hace 25 años, la USB cuenta con un
vivero orgánico a través de un convenio con la empresa vivero El Horticultor,
un pequeño grupo conformado por productores de hortalizas de alta calidad.
En la fase inicial, el vivero produjo plantas
ornamentales como la famosa planta de navidad, muy conocida en la época
decembrina pero desde hace ocho años iniciaron la producción de hortalizas de
alta calidad, bajo un concepto orgánico, es decir, sin el uso de ningún tipo de
químicos.
Rafael Figueiral, vice-presidente del vivero expresa
que desde este año decidieron incursionar en el gusto del paladar del
venezolano, a petición del público que tan fielmente los visitaban.
Hoy, el vivero cuenta con una amplia gama de
productos ecológicos como lechugas dulces perfectas para ensaladas o para
rellenar sándwiches o panes, por ejemplo; más de 18 tipos de tomates y una gran
variedad en la línea del pimentón y los ajíes, para beneficiar a la comunidad
universitaria, a familiares, vecinos y demás visitantes, todo a precios más
bajos que en el mercado.
Los clientes de siempre también le pidieron que
abrieran una pequeña tienda para la venta directa que abre los martes y
viernes, de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. con el fin de ofrecer “un producto 0
kilómetros”, es decir, un alimento absolutamente fresco, recién cosechado, que
no ha rodado ni un metro para llegar a su consumidor pues se obtiene
directamente del vivero. ¡Del corte para la casa!
En El Horticultor se ofrece una variedad de lechugas
como la Salanova (una lechuga con más de 200 hojas tiernas, tamaño bebé), en
sus tipos “Batavia” que puede ser verde o roja; la “Crispy” con ese borde
rizado que la hace tan vistosa y crujiente; la hermosa “Hoja de Roble” con sus
puntas lobuladas o la “Trocadero” con hojas redondeadas y un ligero sabor
almendrado.
Los mismos expertos dicen que las Salanova, además
de deliciosas son altas en ácido fólico y tienen altos niveles de antioxidante.
Además, cultivan lechugas en las variedades de Crunchita y Cogollo de Tudela.
En cuanto a los tomates, los visitantes se pueden
complacer con tipos como el “Montenegro” que aunque esté maduro mantiene su
color verde tan particular; el “Cubelli”,
grande y perfecto para rellenar, por eso es el preferido de los chefs. También
esta “Capressa”, con su textura cremosa o los tomates “Cocktail” o el “Cherry”.
La línea de pimentones o pimientos es imperdible por
esa variedad de colores, sabores y texturas.
El pimiento “Charleston” tiene un color verde
manzana, intenso y provocativo; el pimiento “Snack” en rojo o amarillo es dulce
y perfecto para rellenar; el pimiento “Húngaro Wax” es verde amarillento y de
sabor ligeramente picante; los pimientos “Kapia” son dulces y deliciosos para
encurtir, rellenar o para crear en la cocina. La oferta es más amplia y muy
atractiva.
La fama del vivero se hace cada vez más sólida, por
la alta calidad de los productos ofrecidos. Todo es fresco, natural, sin
químico, tan hermoso que parecen de mentira con esos colores intensos y texturas
crujientes.
El Horticulor ya ha realizado degustaciones de sus
productos en el vivero para que la gente pueda apreciar las delicias que con
tanto esmero cultivan.
Facebook: viveroelhorticultor
Twitter: @HorticultorJJR
