Entre camiones cisterna y cualquier envase lleno, los vecinos deben solventar la escasez del líquido en los hogares

Sara Pacheco

Más que un servicio, el agua es un problema en La Democracia, sector I-B. Su llegada es fortuita. Hay semanas en que el líquido solo llega 2 días: martes y viernes. Hay otras en que simplemente no se aparece. Los habitantes deben siempre tener un plan B para contar con el servicio. Entre camiones cisterna y cualquier envase lleno se disputan la solución. 

Para Dairo Fuentes la presentación del agua es lo peor. “Llega negra, totalmente negra. Hay que dejar un rato la pila abierta para que salga la suciedad. Aquí vinieron a hacer un estudio y determinaron que las aguas negras y blancas están unidas”. Manifestó que la compra de botellones de agua potable es obligación, pues considera un peligro beber del grifo. 

Nubia Perozo vive en la calle Páez. Aprovechó el día para lavar, sin embargo el agua no llegó. Eso no la detuvo. La necesidad es mayor a las condiciones, por ello se dispuso a ejecutar la acción con lo que le alcanzara. Su casa se ha transformado en una vitrina de tobos y envases de cualquier tamaño llenos de líquido. Así sobrevive a la sequía impuesta. 

El agua negra también incomoda

En la calle donde vive Nubia se ejecutó la sustitución de 200 metros de tubería de aguas servidas. La obra fue aprobada por el Consejo Federal de Gobierno. Olga Lozada, miembro del consejo comunal, describió que en el sector las aguas negras son un problema fuerte. El arreglo en la red cloacal es necesario además para las calles La Esperanza y Venezuela, donde el líquido verde se empoza, lo que genera mal olor constante. 

Las denuncias la han llevado a Hidrocentro más de una vez, sin embargo no se han acercado. “Vamos a reunir entre los vecinos para llamar a un camión por nuestra cuenta. No podemos seguir así”, recalcó Lozada. 

Pero Nubia no ha visto los frutos de la reparación. Aseguró que aún las cloacas se desbordan en su calle, ahora se incluye un nuevo problema: el polvo restante de la rotura del asfalto. De acuerdo con Olga, la situación será remediada en pocas semanas, pues la tierra necesita tiempo para compactarse. 

Lo cierto es que debido al polvo algunos vecinos están sufriendo enfermedades respiratorias, precisó Reinel García, también miembro del consejo comunal. En algunas casas bolsas de plástico cubren las ventanas. De esta manera evitan al invitado no deseado. 




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