(Foto Archivo/ El Carabobeño)

Ana Isabel Laguna || alaguna@el-carabobeno.com

Votar o no votar. Las elecciones parlamentarias 2015, aún sin fecha cierta. ¿Son importantes como una de las salidas a la crisis del país? Algunas respuestas por Facebook:

Francisco Laguna Villasmil: “Sí son importantes, pero no son la solución, ya que desde la AN se toman muchas decisiones cruciales para la República. Sería el comienzo de un largo proceso que debemos emprender hacia un Estado sano con poderes independientes, y si no comenzamos por aquí será más difícil y largo el camino”.

Orlando Naveda: “Son claves en cualquier país del mundo democrático. Donde fallamos es en las reglas del terreno. Miembros del CNE, presencia y respaldo de las actas en cada mesa de elección. Revisión de población electoral… Hay historias de historias, solo puedo decir que cuando uno juega una caimanera de béisbol uno pone en claro y cumple las reglas”.

César R. Contreras: “Son muy importantes, hay que ir a votar. El régimen no llega a 15% en aprobación y la mayoría lo hace responsable de la crisis, es tiempo de cambio y debemos empezar por la AN”.

Ángel Díaz “En teoría’ y según el orden establecido en la CRBV sería lo ideal. Pero, se podrán celebrar elecciones, habrá nuevos diputados -sean mayoría oficial o de oposición-, pero no basta la renovación del Poder Legislativo para solucionar la crisis social y económica, sino todos los poderes y dar un giro a la política económica de 180 grados”.

Juanilla Sinforosa: “Bajo las condiciones que impone el gobierno NO. Hay que exigir la renovación de todos los poderes, ya que no hay separación: UN CNE LIMPIO. De lo contrario, pareciera que la oposición le hace el colchón al gobierno. Yo no voy a votar si no hay un juego claro”.

La desconfianza en el proceso electoral aflora. La tardanza oficial en fijar la fecha genera ruidos opacando la celebración de estos comicios, que por mandato constitucional deben celebrarse este año. ¡Serán en septiembre!, se le ‘escapó’ al expresidente colombiano Ernesto Samper, en su debut en Venezuela como secretario de la Unasur [7 de marzo], dejando al descubierto cómo el Ejecutivo Nacional maneja estos procesos.

El reciente estudio Proyecto de Integridad Electoral que analizó 127 comicios -presidenciales o parlamentarios- en el mundo registró que Venezuela retrocedió 33 puestos en integridad electoral, ubicándose en 110 de 127 casos. La investigación de las universidades Harvard y Sidney examinó las elecciones entre el 1° de julio de 2012 y el 31 de diciembre de 2014. Para el coordinador de Súmate, Francisco Castro esta percepción está relacionada con las denuncias de irregularidades luego de las elecciones presidenciales de 2013. A su juicio, los aspectos que deben ser revisados a propósito de las parlamentarias son: El ventajismo del Gobierno durante la campaña, la intimidación a electores el día de la votación y el acompañamiento ilegal al votante. “El problema es el microfraude”. Una evidencia de las distorsiones es el caso de Caracas, con una diferencia de escasos 800 votos entre el chavismo y la oposición, arrojó una correlación de 7 a 3 en la distribución de curules en las parlamentarias de 2010 explicó Luis Lander, directivo de la ONG Ojo Electoral.

Hasta ahora el CNE no ha mostrado disposición de corregir las observaciones, aunque 53% de los electores aptos para votar cree en la salida electoral para dirimir la situación, según el Informe de Coyuntura de la encuestadora Datincorp correspondiente al mes de febrero. ¿Jugando a la abstención?

A favor y en contra

“Votar es darle legitimidad a este CNE que sólo recibe instrucciones de los ingeniosos cubanos. Todo el proceso comicial está controlado desde la A hasta la Z por máquinas “inauditables”, refuta enérgicamente Rómulo Lares, exrector del CNE. Analiza que las elecciones parlamentarias no se pueden considerar como una salida. “Todo es una manipulación intensiva, desde maniobrar la base de datos de los venezolanos en la Onidex, donde está el Archivo Venezolano Cedulado”.

No es de la misma opinión el politólogo e internacionalista Carlos Luna. “Es una herramienta para derrotar a una ‘autocracia competitiva’”. Coincide la politóloga María Isabel Puerta: “Sí pueden generar un cambio institucional que podría permitir cambiar el panorama del país, pero no hay que ver el episodio de las elecciones como la alternativa definitiva.

– Si partimos que las instituciones están alineadas -en términos globales- con el proyecto político que nos gobierna desde hace 16 años, tenemos que votar para lograr la redistribución de las fuerzas políticas en la Asamblea Nacional y alcanzar el equilibrio del poder, el contrapeso que minimice ese monopolio del poder político.

Pero hay tareas pendientes, como las presiones ciudadanas para que el CNE garantice el proceso en igualdad de condiciones, frenando el ventajismo oficial, sostiene Carlos Luna, también director del Instituto de Estudios Políticos de la UCV. Garantías para que la correlación de fuerzas se corresponda a la voluntad popular. No creer en el poder del voto porque las máquinas están manipuladas es una excusa inadmisible para la politóloga. ¿Cuántos votos pueden desviar por esa vía? Se pregunta. “La maquinaria del gobierno se usa a favor del oficialismo, la oposición no tiene las mismas oportunidades y el REP debería ser depurado”. Carlos Luna también se declara defensor del voto: “Es una forma de recuperar espacios. Tenemos que exigir que se realicen este año. Es peligroso cuando un régimen autoritario entiende que la vía electoral puede ser el boleto de salida del poder”.


(Infografía José Ángel López)




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.