Dayrí Blanco
La industria químico farmacéutica
sigue en crisis. Cada vez es más acentuada. En 20 días se agota el inventario
de materia prima importada para la fabricación de Acetaminofén en Pfizer de
Venezuela, medicamento con prioridad de manufactura en la planta que tiene una
gama de más de 20 productos.
Con la última liquidación de divisas
de cinco millones de dólares se logró cancelar deudas pendientes con
proveedores internacionales y comprar una limitada cantidad de insumos, que
permite la fabricación de 40 mil unidades diarias de Atamel pero solo hasta la
primera semana de agosto.
El otro medicamento que se produce en
la planta es el Unasyn pediatrico de 250 miligramos, pero la materia prima se
acaba en septiembre, precisó Alí Mora, secretario general del sindicato.
En general la planta trabaja a 10% de
su capacidad. Pero eso no es todo. Los almacenes de medicamentos importados
están vacíos. No hay nada para el tratamiento de colitis ulcerosa,
insuficiencia cardiaca, colesterol y triglicéridos, alteraciones del tracto
intestinal, epilepsia, convulsiones y pastillas anticonceptivas.
El sindicalista insistió en la
instalación de una mesa técnica en la que participe la gerencia de la empresa,
el Gobierno y los trabajadores para evaluar la situación real de la planta en
cuanto a divisas para la compra de materia prima e importación.