Jenny Sánchez Petit
Debido al deterioro progresivo que se observa en las cuencas altas de los ríos que bordean la parroquia Canoabo, es necesario que se ponga en marcha un plan de reforestación.
La siembra de árboles debe ser una tarea prioritaria que deben emprender los organismos que en materia ambiental son los encargados de estos aspectos. Emilio Torrealba y Pedro Bizamón, directivos de la Fundación para el Desarrollo Integral de Canoabo (Fundacanoabo), estimaron que si no se inicia un programa de reforestación de las cuencas altas de los ríos de Canoabo, la situación de escasez de agua para las comunidades de la costa el próximo año, será más grave.
Los declarantes relataron que las montañas que rodean la parroquia han sido intervenidas por la mano del hombre, con el fin de apropiarse de la madera que allí existe. La naturaleza es afectada por la tala, la quema y el pastoreo, de allí la necesidad de un plan de reforestación, de contarse con la presencia de las autoridades que tienen que ver con la protección y el cuidado de la naturaleza.
Los ambientalistas consideran que si se piensa en un plan de reforestación, se deben utilizar matas de café y cacao, ya que éstas requieren de sombra. Denunciaron que en la parte alta de Capa y Santa Rosa se están construyendo más potreros, con lo que se está afectando la cuenca del río Chiquito que surte al río Capa y éste a la represa.