Cristhopher Borrero || @CristhopherB

Comerciantes del mercado de La Candelaria dejarán de vender productos regulados por pérdidas y falta de garantías económicas. La decisión es una forma de protección económica, acordada tras el operativo de fiscalización efectuado este fin de semana por la Comisión Nacional de Precios Justos, aseguró Rosalía Méndez, comerciante. Huevo, pollo, carnes y pernil estarán ausentes, hasta nuevo aviso. 

Según reportes oficiales, durante el operativo fueron decomisadas y vendidas 13.5 toneladas de carne y pollo a precios regulados. “Se calcula que la pérdida oscila entre 40 mil y 200 mil bolívares por comerciante”, destacó Humberto Flores, presidente de la Asociación de Expendedores del mercado. El kilo de carne de primera quedó fijado en 250 bolívares, la de segunda en 220 bolívares y la de tercera en 190. 

El descontento era notable y la soledad del sitio también. Flores calificó como errónea la medida implementada. El Gobierno debería iniciar desde los mataderos y productores hasta la cadena de distribución final. “Por las regulaciones, los proveedores no nos van a abastecer más. Quisiera que el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, me respondiera ¿Vamos a ser unos desempleados más?”. 

Operación Política

Una queja se escucha en el mercado: el Gobierno atacó el bolsillo del comerciante para financiarse su campaña. Para Andrés Bolívar, vendedor de una charcutería, no es un secreto que la Sundde realizó el operativo con fines políticos. “Ellos conocen la realidad. No les importó que les mostráramos las facturas de la mercancía ni nada. Solo querían hacer campaña a nuestras costillas”. 

Bolívar enfatizó que el tema de los controles de precios solo ha servido para desaparecer los productos del alcance del público, pues las amenazas del Gobierno desestimulan el mercado. 

Pérdida Sostenida

Las regulaciones y controles de precios han generado grandes pérdidas desde marzo de 2015, precisó una comerciante que no quiso identificarse. “En marzo estipularon que se debía vender el pollo a 65 bolívares, pero nosotros lo comprábamos en 130 bolívares. La pérdida estimada era de casi el 50%. Ahora es muchísimo mayor”.  

Ocho meses después la regulación en el rubro se sostiene, pero el costo para el comerciante aumentó a 550 bolívares. 

Por cada pollo vendido un comerciante perdería Bs 485, es decir la pérdida total estimada es de 746,15%. 




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