Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
Hay muchas tierras improductivas en el país. Es un hecho. Los cuatro millones de hectáreas expropiadas por el Gobierno son una prueba de ello. Pero el problema no es de falta de mano de obra, sino de insumos. Todo indica que la resolución que da la potestad al Ejecutivo de designar a trabajadores de empresas públicas o privadas al campo no acabará con el problema de desabastecimiento nacional.
Damiano Del Vescovo, presidente de Fedecámaras Carabobo, fue claro: «No se ha logrado sembrar el ciclo de invierno completo por falta de semillas. Los trabajadores están, lo que no hay es insumos».
Se trata de un esquema de represión que al empresario le recuerda los inicios del régimen cubano en los que se mandaba a la población al campo a sembrar caña para cumplir las cuotas de producción de azúcar con la Unión Soviética. “No es más que una medida efectista y no eficiente”.
De aplicarse la medida se violarían los estatutos de empleo decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y se perjudicaría aún más la dinámica financiera de las empresas que, en su mayoría, tiene a parte de su personal en suspensión laboral por la paralización de varias líneas de manufactura, y deberán asumir el pago de la nómina que sea utilizada para la siembra agroalimentaria.
Del Vescovo cuestionó el concepto de manejo de la economía del Ejecutivo que definió de planificación centralizada de la producción y la distribución que no aplica estímulos a la inversión nacional y extranjera y a la manufactura local.