Cristhopher Borrero

Romina Millares se siente frustrada. En cada anuncio de trabajo ve lo mismo, miles de requisitos y pocas oportunidades de ingreso.

Cada vez que revisa sus credenciales siente temor, a veces piensa que no será tomada en cuenta y se rinde. “Me da miedo leer los anuncios de trabajo porque exigen grandes conocimientos y tiempo de experiencia que aún no tengo”, lamentó. La tasa de desempleo juvenil en Venezuela cerró el 2014 en un 13,4%, lo que representa un total de 286 mil 905 desempleados,cifra que se traduce en un aumento del 2,2% con respecto a 2013.

Millares eventualmente se recrimina no haber culminado el curso de inglés que inició hace dos años. Hoy le resulta impagable la matrícula. Un curso promedio de inglés de dos años cuesta 15 mil bolívares mensuales, en 2013 el promedio era de 800 bolívares al mes.

La educación sale cara en Venezuela, atestiguó Daniel Márquez, estudiante universitario. “Hace poco conseguí un curso de redes sociales en 54 mil bolívares. Apenas al mes gano 10 mil bolívares. ¿De dónde saco el resto?”.

Un diplomado en social media y marketing digital oscila entre los 15 mil y 60 mil bolívares mensuales. El tiempo de duración, los facilitadores, el aval académico y el prestigio de las instituciones influyen en su costo. Los talleres y conferencias de ocho horas parten de los cinco mil hasta los 10 mil bolívares. El costo de traslado y gastos asociados influyen en el presupuesto, si se decide viajar a otras ciudades para recibir formación.

Pensum Obsoleto

La obsolescencia de los pensum y programas de estudios en la mayoría de las universidades del país es notoria, afirmó Gabriela Lucena, profesora universitaria. “Esto no es culpa de las casas de estudio sino del Consejo Nacional de Universidades (CNU), que no aprueba la renovación de los mismos a tiempo. Por ello es difícil que las universidades estén al día”.

Lucena destacó que el fortalecimiento curricular es fundamental. El desempeño profesional actual se evalúa en base a la competencia y eso se monetiza. Muchas universidades se han asociado con organizaciones especializadas para compensar las fallas de contenido.  Básicamente las casas de estudio le dan certificación a un programa extracurricular ofrecido por instituciones reconocidas para compensar».




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