Vehículos impactan porque conductores creen que se trata de una prolongación de la calle Anzoátegui. (Foto Héctor Freile)
Hace dos años un vehículo colisionó contra el separador vial de la avenida Enrique Tejera, al sur de Valencia, cerca de la calle Anzoátegui. El impacto fue tan fuerte que el concreto de la barra protectora quedó tendida en el asfalto, desarrollando un espacio invisible que muchos toman como la continuación de la calle en cuestión.
El suelo bajo el material faltante del separador está marcado por líneas profundas, representan el tren delantero de todos los carros que han caído en el sitio. De noche, quienes desconocen la zona, visualizan una prolongación, pero realmente se encuentran con un desnivel de unos 40 centímetros.
Mucha gente se ha accidentado porque cree que puede pasar, explicó Zoraida Villareal, habitante del sector El Palotal, parroquia Miguel Peña. Los dueños de algunos negocios cercanos describieron que el hecho fue una persecución. Eso fue como a las dos de la mañana, venía un carro a alta velocidad y chocó. Los pedazos de piedra llegaron hasta los perreros, narró Luz Marina Hernández. El establecimiento de comida rápida se encuentra a pocos metros.
Los escombros se recogieron las semanas siguientes, pero el pedazo perjudicado no ha sido restablecido. Lo que se traduce en un peligro permanente para los conductores. José Hernández desconoce si representantes de algún organismo planean restituirlo, pero lo consideró “necesario”.