Felícita Blanco
Familiares de Edwin Sulbarán Molinares (23) denunciaron que el joven fue ultimado por funcionarios del Cicpc, quienes simularon un enfrentamiento, lo cual era imposible porque era invidente.
El hecho se registró el lunes a las 10:00 de la mañana, en la calle Mérida del barrio Bicentenario, Carapita, parroquia Antímano en Caracas.
Sulbarán vivía en el segundo piso de la casa con su esposa y dos hijos, de 2 y 3 años. En el primer piso residen su madre y otros familiares. Es una vivienda multifamiliar habitada además por varios inquilinos.
Los funcionarios derribaron la puerta para entrar, sacaron a la calle a mujeres y niños completamente desnudos, dejaron solo en el inmueble a Sulbarán y le dieron varios tiros.
«Mi hijo les decía que era ciego, que llamaran a su mamá en el primer piso para que les explicara, y lo mataron. Lo envolvieron en una sábana y lo llevaron al hospital Pérez Carreño», dijo Paola Molinares.
Los funcionarios buscaban a los sujetos que a las 5 de la madrugada tirotearon a un jeepsero de la ruta troncal Las Delicias-Carapita.
Sulbarán perdió la visión hace 4 años, durante la fiesta de cumpleaños de su padre. Como la celebración era familiar no permitieron la entrada a los malandros y estos en represalia acribillaron a los presentes. Hubo dos muertos y siete heridos, uno de ellos Sulbarán, quien fue alcanzado por perdigones de escopeta en el rostro. Un perdigón le vació completamente el ojo izquierdo, encima del ojo derecho le quedó alojado otro perdigón, por lo que solo veía siluetas.
«Mi hijo no veía, uno estaba frente a él y no sabía quien era, hasta que hablaba y lo reconocía por la voz», expresó la madre de la víctima.
Denunció que los policías se llevaron televisores, todos los celulares, dinero, perfumes y whisky de un inquilino dedicado al comercio, además de otros objetos.
