Los familiares de los presos del penal de Topo Chico, el
presidio de Monterrey (norte de México) donde en la madrugada del jueves se registró un motín con decenas de
muertos, se enfrentaron a la Policía en los accesos a la cárcel, según constató
Efe.
Nueve horas después
del inicio del motín, que duró 90 minutos y que, según el gobernador de
Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, dejó un saldo de 52 muertos y 12 heridos,
una multitud de familiares se congregó
en torno al penal para averiguar si sus parientes recluidos estaban vivos.
Efectivos de la Policía, el Ejército y la Marina cerraron
las calles aledañas, pero no pudieron
evitar que los familiares, desesperados por la falta de información, abrieran
por la fuerza uno de los portones y estuvieran a punto de entrar a las instalaciones
penitenciarias.
Algunos de los parientes de los reclusos arrojaron piedras y
obligaron a las fuerzas de seguridad a frenar su intento de entrar a la cárcel.
(EFE)
VER MÁS FOTOGRAFÍAS AQUÍ