EFE
El
expresidente cubano Fidel Castro afirmó que Cuba no necesita que
"el imperio" le regale nada y que su pueblo noble y abnegado no
renunciará "a la gloria, los derechos y a la riqueza espiritual que ha
ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura".
"Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro
compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos
en este planeta", precisó Castro en un artículo publicado este lunes en
los medios oficiales de la isla titulado "Hermano Obama".
Tras el discurso del presidente de EE UU, Barack Obama, ofrecido el pasado
martes al pueblo cubano durante su visita a la isla, la primera de un
mandatario estadounidense a la Cuba revolucionaria; el exmandatario de 89 años,
retirado del poder en 2006, aseguró que Cuba es capaz de producir los alimentos
y las riquezas materiales que necesita, gracias al esfuerzo e inteligencia del
pueblo.
Sobre las declaraciones de Obama a favor de "olvidar el pasado y mirar el
futuro", Fidel Castro considera que utilizó las palabras más
almibaradas y afirma que los cubanos corrieron "el riesgo de un
infarto" al escuchar al presidente de EEUU hablar de cubanos y
estadounidenses como "amigos, familia y vecinos".
Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto
en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea
repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias,
múltiples actos de violencia y de fuerza?", aclara Fidel.
Según él, un diluvio de conceptos enteramente novedosos entró en la mente de
los cubanos que le escuchaban cuando éste afirmó que su visita a Cuba tenía el
propósito dejar atrás la Guerra Fría en las Américas y de extender una mano de
amistad al pueblo cubano.
Fidel Castro también critica que en las la
declaraciones de Obama sobre el origen mestizo tanto de Cuba como de EEUU, no
mencionara que "la discriminación racial fue barrida por la
Revolución", que aprobó el retiro y el salario de todos los cubanos antes
de que el presidente estadounidense cumpliera diez años.