Alfredo Fermín
El analista político Rafael García Marvez pronostica que, en las elecciones del domingo el presidente Nicolás Maduro obtendrá un altísimo porcentaje de rechazo, lo cual le impedirá ordenar a la Fuerza Armada que reprima al pueblo porque rechazó sus candidatos.
Considera que ante la avalancha de votos que, con toda seguridad, se van a dar en los centros electorales, el Gobierno y el Consejo Nacional Electoral no tendrán otra alternativa que aceptar la voluntad de los ciudadanos para desaparecer el socialismo del siglo XXI.
García Marvez afirma que no hay dudas de que la oposición ganará las próximas elecciones parlamentarias, pero discute es si esa mayoría será de 84 diputados o mayoría abultada que tendría que sobrepasar los 111 parlamentarios, pues de allí dependerán las facultades menores o mayores de la nueva Asamblea Nacional.
El oficialismo utiliza una estrategia con la imagen de Hugo Chávez luego “del fracaso” del aumento de los salarios, del cierre de las fronteras, de la regulación de precios de los productos básicos, de la violencia. Pero los resultados de esa campaña dicen que se ha perdido el 18% de la devoción que existía por el difunto presidente.
El analista piensa que ante esta “olla de presión”, el 7 de diciembre antiguos aliados como Marea Socialista, Jorge Giordani, Héctor Navarro, Nícmer Evans y Ana Eisa Osorio solicitarán la renuncia a la directiva nacional del Psuv, a todos los ministros y posiblemente hasta a Nicolás Maduro.
La atención pública no estará en los conflictos violentos entre grupos del Psuv y la MUD de los que tanto hablan Maduro y Diosdado Cabello, sino entre los mismos partidarios rojos que pasarán las facturas para ellos tomar el timón político de lo que queda de la revolución. Manifestó que en Carabobo, por ejemplo, se están ganando los cinco circuitos. De manera que, de los 10 parlamentarios, 9 corresponderán a la tarjeta de la Unidad y solo uno le pertenecerá a los seguidores de Maduro.
Gracía Marvez hizo un llamado a los empleados públicos, que han sido engañados y víctimas del régimen, para que asistan a votar en paz. “No hay que hacerle caso a los altos funcionarios del régimen que están obligándoles a tomarles fotos a sus boletas de votación, eso es un delito electoral», dijo.
