EFE
Los
negociadores del Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), firmaron en La Habana el acuerdo
sobre las víctimas del conflicto, que incluye un sistema integral para la
reparación, justicia, verdad y garantías de no repetición.
Los jefes de los equipos de paz de ambas partes, Humberto de la Calle
(Gobierno) e Iván Márquez (FARC) rubricaron el documento que también fue
suscrito por los representantes de los países garantes del proceso de paz, Cuba
y Noruega, y de los estados acompañantes, Chile y Venezuela.
En la declaración conjunta, las partes destacan que este acuerdo constituye un
«paso fundamental de avance» para la construcción de una paz estable
y duradera en Colombia y para poner fin a un conflicto armado que ha durado más
de medio siglo.
El acuerdo establece la creación de un sistema integral para la reparación de
las víctimas, que incluye el mecanismo de la jurisdicción especial para la paz
que se aplicará a los responsables del conflicto armado.
Entre los objetivos del acuerdo figura la satisfacción de los derechos de las
víctimas mediante la combinación de mecanismos judiciales y extrajudiciales, la
rendición de cuentas con el establecimiento de responsabilidad de todos los
participantes en el conflicto, la no repetición para afianzar el fin de la
guerra, y un enfoque territorial y de género en favor de grupos sociales como
la infancia, mujeres y colectivos más humildes y vulnerables.
El sistema integral para la reparación de las víctimas estará integrado por
cinco mecanismos, entre ellos la comisión para el esclarecimiento de la verdad, convivencia y no repetición; la unidad especial para la búsqueda e identificación de desaparecidos y la citada jurisdicción especial para la paz.
El acuerdo establece que, cuando finalicen las hostilidades en Colombia, se
podrá otorgar de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario la amnistía
más amplia posible, pero no podrán beneficiarse de esta medida ni habrá
indultos para los delitos de lesa humanidad, genocidio, graves crímenes de
guerra o violaciones a los derechos humanos.En ese sentido, el acuerdo hace
énfasis en promover el fin de la impunidad.
En su declaración, las partes agradecen a las víctimas colombianas su
«participación decidida», «testimonios generosos» y sus
propuestas «sin las cuales no hubiera sido posible construir este
acuerdo» y alentaron a los afectados a participar en la implementación de
este acuerdo.