EFE
La organización Human Rights Watch (HRW) celebró el jueves que la mayoría de países de la Organización de Estados Americanos (OEA) votasen en contra de cancelar la sesión sobre si se le aplica la Carta Democrática a Venezuela, y loó la actitud del secretario general, Luis Almagro.
En un comunicado, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, tildó la sesión del Consejo Permanente de la OEA de "histórica", ya que, a su juicio, "una mayoría de países rechazó el intento de Venezuela para cerrar la discusión internacional sobre la situación en el país".
"El Presidente (Nicolás) Maduro quedó bajo la mira de la OEA", añadió el responsable para las Américas de HRW, para quien "el secretario general sobresalió con una valiente y honesta intervención sobre la gravísima crisis que aqueja a Venezuela".
Según Vivanco, la actitud de Almagro ha "legitimando a la OEA como foro para fiscalizar el cumplimiento de Venezuela con sus obligaciones jurídicas internacionales en materia de derechos humanos y democracia".
"Maduro deberá ahora corregir sus prácticas y mostrar resultados concretos en el marco del proceso de la Carta Democrática", concluyó el director regional de HRW.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, abrió la sesión del Consejo Permanente de la OEA pidiendo que se cancelara por considerarla "un golpe de Estado de Almagro a la organización y a Venezuela", ante lo cual el presidente del Consejo sometió a votación si la reunión debía seguir.
Venezuela perdió por 12 votos frente a 20, y se produjeron 2 abstenciones, lo que evidenció la influencia mermada de Caracas en una región donde los equilibrios políticos están cambiando.