Vecinos denuncian que deben pagar para que retiren la basura. (Foto Archivo/El Carabobeño)
Sara Pacheco
Los problemas en la comunidad Bicentenario III, parroquia Miguel Peña, municipio Valencia, son variados. “Entrar en el sector es darse cuenta del olvido”, describió Simona Morales, comerciante y habitante. Las personas se han acostumbrado a la falta de ayuda por parte de los organismos y resuelven sus problemas mediante la autogestión, sin embargo no todo puede solucionarse de esa manera.
El desbordamiento de aguas negras es el principal inconveniente. Las cloacas están obstruidas y el líquido sucio se empoza, ocasionando malos olores a lo largo de las calles. En la avenida Libertador, la falta de desagües funcionales impide el flujo de agua, lo que se ha transformado en huecos. El asfalto cede ante las cloacas.
Al preguntarle a Simona si el problema de aguas servidas tenía más de un año, rió irónicamente mientras buscaba apoyo en una vecina cercana. Su compañera inmediatamente afirmó sin pensarlo, “este problema tiene los mismos años que el barrio de fundado”.
Dominga Arpón agregó que al final de la avenida la situación es peor, pues llegan todas las aguas negras aunado a la basura que miembros de la comunidad y foráneos arrojan en la calle. “Tú te vas para allá y eso es horrible”.
Aseo urbano
Simona denunció además el mal servicio de aseo urbano. Indicó que solo se llevan los desechos de quienes cancelan una tarifa, los demás deben contratar personas particulares que se encarguen de la recolección. El aseo solo les bota la basura a los bodegueros porque pagan, a los demás no, sentenció. Aseguró que “los piratas” cobran Bs. 50 para deshacerse de su basura.
Santiaga Arpón coincidió. “A veces el aseo pasa cada 15 días, cuando lo hacen hay que pagarles para que se lleven la basura”. Desconoce si se trata de un camión de la Alcaldía de Valencia o si son los particulares. De lo que sí está segura es que si no entrega dinero no se llevan los desechos.
Transporte público
Simona Morales denunció el maltrato que reciben los vecinos por parte de las dos uniones de transporte público que trabajan en el área: Matadero y Bolívar. Ellos no quieren montar estudiantes, en la mañana ven a un grupito y pasan de largo, pero muy rápido, alegó. Igualmente argumentó que no realizan la ruta completa, incumpliendo lo señalado en sus carteles.
