Los precios se han incrementado en 45% con respecto al 2013. (Foto Carlos Andrés Pérez)

Dayrí Blanco

Las tradiciones navideñas han encontrado su final. Al menos eso parece. El incremento de los precios así lo ha determinado. Luzmila Aguilar pidió varios presupuestos, visitó negocios, sacó cuenta y desistió. Por primera vez llegará diciembre y su casa no lucirá pintura nueva. Su presupuesto no alcanza para pagar 45 mil bolívares y no frenar la costumbre familiar.

Ese es el precio más bajo que consiguió. Son más de 10 sueldos mínimos, y ella cuenta solo con su salario y lo que sus dos hijas puedan ofrecerle. Corresponde a 450 bolívares por cada metro cuadrado de su casa que mide 100. Pero eso no es todo. Esa escandalosa cifra solo incluye la mano de obra entre raspar, remendar, encamisar y pintar. Quien contrate el servicio debe comprar los materiales. Hay otros que cobran hasta 850 bolívares por cada metro cuadrado.

Para quienes decidan realizar el trabajo con sus propias manos tampoco es sencillo. Entre la poca variedad y el bajo inventario de las tiendas de pintura de la ciudad, los clientes se deben enfrentar con la realidad de desembolsillar el doble de lo que pagaron hace un año. El mismo galón clase A de pintura satinada, que en octubre de 2013 costaba 500 bolívares, se consigue en el mercado en 945. Las opciones más económicas son las tipo B en 650 y la C en 350. Para cubrir las paredes de un apartamento estándar de 60 metros cuadrados, se requieren cinco unidades, lo que es igual a cuatro mil 725 bolívares.

A eso hay que sumarle 420 de una brocha grande; 80 para comprar una espátula de metal; 360 bolívares que cuesta una bandeja con rodillo; 520 para medio galón de pasta profesional; 80 de lijas y 50 para un tirro. Incluyendo la pintura, en compra de materiales se gastan tres mil 235 bolívares, más los 27 mil correspondientes a la mano de obra calculada en 450 cada metro cuadrado, el total es 30 mil 235 bolívares.

Tampoco se harán reparaciones

Usualmente, con los ingresos extras que se reciben en estas fechas entre aguinaldos y utilidades, las familias hacen las reparaciones en sus casas que quedaron pendientes durante todo el año. Pero esta vez será difícil. La escasez de productos para la construcción es la principal traba.

En las ferreterías no hay cemento, cabilla, arena ni piedra. Desde comienzos de 2014 la mayoría de los establecimientos dejaron de venderlos. Los despachos no llegan, y cuando un proveedor le ofrece algo lo hace a sobreprecio. Para cuidarse de las inspecciones que realizan funcionarios de la Superintendencia de Precios Justos (Sundee) y la Guardia Nacional, han preferido no ofrecerlos.

Quien tenga entre sus planes invertir en la impermeabilización del techo de su hogar, debe prepararse para gastar el 50% de un salario básico para cubrir diez metros cuadrados. Se necesitan dos mil 70 bolívares para comprar el manto asfáltico, pintura y cemento plástico. La mano de obra es adicional. La opción más económica y la más usada es pagar 900 bolívares por un cuñete de asfalto líquido que rinde para 60 metros cuadrado pero la calidad no es la misma.




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