Algunos ciudadanos deben hacer cola todos los meses. (Foto Ángel Chacón)
LUISA QUINTERO
La mamá de Milagros Contreras espera la pensión por vejez del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales desde hace dos años. Aún no aparece en las listas. La dama se empleó como doméstica durante mucho tiempo, y se inscribió en la misión Amor Mayor para obtener un dinero que le permitiera disfrutar de su vejez con un poco de tranquilidad.
Contreras también espera que se apruebe el pago de las cotizaciones para pedir su pensión. Vive con su madre al sur de Valencia donde ha visto que muchas personas han pasado por el mismo problema. También ha observado cómo algunos ciudadanos pagan y al mes siguiente obtienen su pensión. “Como si vendieran pan caliente”.
Pero no es la única arista del problema. Andrea Jiménez (nombre ficticio), tiene que visitar todos los meses el IVSS al igual que muchos otros para saber si ya se les aprobó la pensión o la apertura de las cuentas bancarias. Su madre también fue inscrita por la misión Amor Mayor y apareció en sistema hace meses, pero aún no han llegado de Caracas los permisos necesarios para abrir la cuenta en una entidad bancaria.