Dayrí Blanco || dblanco@el-carabobeno.com

La actividad fue intensa durante el fin de semana. Los casos febriles llegaron con intensidad a la emergencia de la Ciudad Hospitalaria  Enrique Tejera (CHET). Uno tras otro. Algunos tenían erupciones rojas y blancas en la piel, conjuntivitis, inflamación general en el cuerpo y dificultades respiratorias. No hay cifras oficiales, pero al menos 11 pacientes con diagnóstico clínico de síndrome Guillain-Barré aún permanecen bajo cuidado médico en el lugar. Cuatro de ellos están con respiración mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 

Hasta el pasado domingo había ocho casos confirmados. Pero la tasa de crecimiento fue vertiginosa: tres más se sumaron entre el lunes y miércoles. Con todos sus padecimientos, unos más complejos que otros, este grupo sigue hospitalizado tras padecer zika y sufrir complicaciones respiratorias. Julio García, presidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo, lo confirmó durante su jornada de trabajo en la UCI, donde el déficit de personal es evidente. Se requiere al menos un enfermero intensivista por cama y solo se cubre entre el 40% y 60% de la necesidad. 

Hay cupo para 10 pacientes en esa área que es atendida permanentemente por cuatro o seis especialistas. Pero la falta de personal no es la única que preocupa. Entre la CHET, el Hospital Universitario Ángel Larralde (HUAL), conocido como Hospital Carabobo, y la Clínica Popular de Mariara hay solo 17 camas que en periodos normales son empleadas para casos cardiovasculares, renales, traumatismos craneoencefálicos y  complicaciones postoperatorias. 

El 1% de los casos de zika puede llegar a padecer Guillain-Barré. De no estar en la UCI pueden morir por problemas respiratorios, alertó el epidemiólogo y  jefe de Salud Pública de la Universidad de Carabobo  Antonio Domínguez. Quienes deban ser intubados deben permanecer en terapia intensiva entre tres y nueve meses para poder recuperarse. 

Fumigaciones insuficientes

Las fumigaciones, sean muchas o pocas, no son suficientes. “Hay que abatizar porque el insecticida mata al zancudo pero no las larvas que en cinco días pueden crecer”. Pero eso tampoco basta. El especialista exhortó a todos los sectores a participar. “La educación es clave. Si la gente no se organiza, si Insalud no convoca a las direcciones de Salud de las alcaldías y en conjunto con los consejos comunales hacen un plan de acción esto no se va a acabar y cuando lleguen las lluvias será peor”. 

Además de no existir cifras oficiales de zika y Guillain-Barré no todos los que padecen los síntomas acuden al médico, la única manera de tener un diagnóstico de laboratorio es que la muestra sea enviada al Instituto Nacional de Higiene y esperar el resultado, de resto debe manejare de acuerdo a la sintomatología. 

Fernando Henríquez, presidente del Colegio de Médicos de Carabobo, detalló que el problema es complejo. Se trata de una epidemia difícil de tratar con tantas deficiencias. Solo 7% de los pedidos que hacen las farmacias es despachado, incluidos los antialérgicos y analgésicos que recetan para el tratamiento en casa del zika. En los hospitales no hay solución para las hidrataciones necesarias, reactivos para detectar el virus, ni inmunoglobulina empleada para tratar el síndrome Gullain-Barré. 

La primera causa de muerte en la región siguen siendo las enfermedades cardiovasculares y cada vez es más difícil atender un infarto por falta de vasodilatadores y equipos, y los pacientes con cáncer desde su diagnóstico deben esperar entre seis y nueve meses para comenzar a recibir tratamiento. “Solo el 10% de los medicamentos para diabetes y cáncer está llegando”. Por todas estas razones el gremio declaró la salud en el estado en emergencia y solicitó ayuda a los países de Latinoamérica y el Caribe “a los que tanto este Gobierno ha ayudado para que nos ayuden ahora a nosotros que lo necesitamos”.

Dos muertes más en Yaracuy

En el Hospital Central de San Felipe, en el estado Yaracuy, dos personas más fallecieron por Guillain-Barré, y otras 20 están hospitalizadas por la misma enfermedad. Todos presentaron síntomas parecidos al zika días antes. Van siete fallecimientos por este síndrome, reseñó El Nacional este miércoles. 

Después de tres semanas de que se comenzaron a reportar los casos, este fin de semana llegó la inmunoglobulina para el tratamiento en el centro de salud de Yaracuy, pero solo alcanzó para 10 pacientes. Un médico del hospital informó que la inmunoglobulina solo sirvió para cubrir dos días, aun cuando cada persona necesita 35 unidades administradas durante cinco días para ver mejorías. 

Falleció paciente en Maracay

La tercera víctima del síndrome Guillain-Barré asociado al zika, falleció este miércoles en el Hospital Central de Maracay (HCM). David Silva, de 38 años, duró 12 días hospitalizado y no recibió la dosis de inmunogloblina porque no hay el medicamento en ese centro asistencial, informaron familiares. 

Parientes indicaron que por instrucciones de Corposalud se ordenó el traslado de Silva al HCM para aplicar tratamiento con inmunoglobulina. Murió a la espera de ese medicamento además de Benutrex, pese a que familiares aseguran que movieron cielo y tierra para conseguir los fármacos.  

Silva sería la tercera víctima de Guillain-Barré, a juzgar por las declaraciones ofrecidas por el secretario de Salud de Aragua, Luis López, quien señaló este lunes que en la entidad existían 11 casos confirmados de la enfermedad y dos fallecidos. 




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