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Luis Alejandro Borrero/@LABC7

A partir de este sábado y por 48 horas la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) ejecuta un racionamiento por reparaciones en el Sistema Regional del Centro II. El corte que se realizará en 16 municipios de los estados Aragua y Carabobo afecta a dos millones 493 mil 316 personas: 53,69% de la población que atiende la estatal.

Las reparaciones se harán en la torre de equilibrio del sistema de bombeo Pao, en la planta Lucio Baldó Soules y en otros puntos donde se corregirán fugas de agua. Los municipios que quedarán sin el servicio en Aragua son: Girardot, Mario Briceño Iragorry, Francisco Linares Alcántara, Mariño, Libertador, José Ángel Lamas, Sucre, José Félix Ribas, Zamora y Bolívar. En Carabobo serán: Carlos Arvelo, Los Guayos, Guacara, San Joaquín, Diego Ibarra y la parroquia Rafael Urdaneta de Valencia, según un comunicado de Hidrocentro difundido esta semana.

La hidrológica es responsable de la distribución en Aragua, Carabobo y Cojedes. La población de estos estados suma cuatro millones 643 mil 422 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Sistema Regional del Centro II constituye el abastecimiento para el oriente de Carabobo y Aragua. Depende del embalse Pao-La Balsa, la potabilizadora Lucio Baldó Soules (En Güigüe) y las estaciones de bombeo dispuestas a lo largo de la red.

Al menos 350 litros por segundo se están perdiendo, detalla el comunicado de la compañía. Cita al gerente del Sistema Regional del Centro. Las reparaciones consisten en un trabajo en la torre de equilibrio de la estación de bombeo Pao-1. También en las tuberías y en la propia potabilizadora Lucio Baldó: responsable del tratamiento y filtración del agua que abastece a Aragua y parte del oriente de Carabobo.

La torre de equilibrio es una estructura clave en el proceso de extracción de agua en las fuentes naturales, explica el ingeniero civil sanitarista Manuel Pérez Rodríguez a El Carabobeño. En el caso del Sistema Regional del Centro II, el agua proviene del embalse Pao-La Balsa, a unos 30 kilómetros al sur de la frontera de Carabobo y Cojedes. Ese embalse es el que envía agua a la Lucio Baldó.

Pero la potabilizadora y el cuerpo de agua están en alturas distintas. El agua sale del embalse bombeada a máxima presión hacia un punto alto, generalmente una zona montañosa. Allí se coloca la torre de equilibrio, una estructura cilíndrica de más de 20 metros de altura y llena de agua, pero conectada por la parte más baja a la tubería de donde viene el flujo del embalse. La presión del agua concentrada a lo largo de la torre empuja y da presión a la que llega del embalse para que empiece a bajar por gravedad hacia la planta potabilizadora a través de una kilométrica tubería. De ese modo se ahorra un esfuerzo en las bombas, al tener una instancia intermedia que haga llegar el agua a su destino de maneral natural (gravedad).

Vea un ejemplo de torre de equilibrio aquí

“Autoracionamiento”

Roselyn Rojas sabe que si no lava los platos de la cena a tiempo pueden quedarse sucios hasta el día siguiente. En la noche las chiripas pueden hacer un festín en su cocina por la escasez de agua. La vecina y vocera del consejo comunal de la urbanización Las Palmas en Parque Valencia comenta que se establecieron horarios: de 4:00 a.m. a 7:00a.m.; de 11:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. y luego de 7:00 a.m. a 9:00 p.m. para el abastecimiento.

Que no falte el agua en Parque Valencia es sinónimo de sacrificio. Rojas le define como un proceso de adaptación sumado a un uso racional. Pero toda la planificación posible puede quedar sin efecto con una decisión de Hidrocentro. Esta semana no hubo caudal enviado por Hidrocentro ningún día. Según el Plan de Abastecimiento de Agua, creado por la estatal en enero, los martes y jueves toca servicio en la urbanización, pero no siempre se cumple.

Parque Valencia, por formar parte de la parroquia Rafael Urdaneta, es una de las zonas en las que se cortará el servicio desde las 6:00 a.m. del sábado hasta las 6:00 a.m. del lunes. Rojas ya sabe que tiene que preparar los recipientes más pequeños para almacenar todo lo que pueda. Al menos para lavar los platos. Está segura que de las 8 horas diarias con las que cuenta, este fin de semana, el suministro será aún más escaso. La ropa se le podría acumular de nuevo, lo que implica un gasto de seis mil bolívares entre lavandería y taxi.




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