Sara Pacheco

Zuleima Moreno viajó desde Tinaquillo, estado Cojedes, hasta el municipio Naguanagua. Por referencia, supo que el hospital Dr. Rafael González Plaza, era el mejor para atender enfermedades respiratorias. Su hija de 23 años tiene un derrame pleural, es decir líquido alrededor de los pulmones. Sin pensarlo y con la ayuda de varios familiares decidió viajar.

Zuleima es psicopedagoga, sin embargo no ejerce, actualmente atiende una peluquería, que debido a la condición de su hija, se ha mantenido cerrada. Desde hace doce días la acompaña en hospitalización. Ya se le formaron coágulos de sangre, por ende, necesita una intervención quirúrgica. El obstáculo que se presenta es la escasez de materiales, por lo que su hija no ha podido ser operada. “Me dijeron en una oportunidad que la estructura era fea pero que habían los mejores especialistas. Me advirtieron que no había nada, veo que es verdad”. Diariamente Zuleima gasta al menos Bs 2 mil en exámenes y materiales.

Foto: Saúl Zerpa

Desde hace al menos dos años, los médicos y familiares de los pacientes recluidos en el hospital Dr. Rafael González Plaza, denuncian las precarias condiciones en las que deben trabajar. Hoy día se suma la crisis que arropa a la mayoría de instituciones públicas en el país, falta de insumos. Por ello, el personal decidió protestar, para llamar la atención de alguna autoridad.

Tocando fondo, es una frase que describe las condiciones del centro médico. El jefe del servicio de Neumonología,  Carlos Rigual, alertó que no hay laboratorios, comida, insumos para procedimientos, operar o drenar, lavandería, ni siquiera tratamientos contra la tuberculosis. En 1954 se funda la institución especializada, precisamente, en el tratamiento de la tuberculosis, luego se ampliaría a enfermedades quirúrgicas respiratorias no tuberculosas, pero su norte siempre fue tratar esta enfermedad, es una paradoja llena de ironía.

Foto: Saúl Zerpa

En el laboratorio hay al menos 40 exámenes de pacientes que muestran sufrir de este mal, que no pueden ser atendidos de manera ambulatoria. A pesar que se trata de un padecimiento totalmente curable y prevenible, es altamente contagioso. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, “se transmite a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos para quedar infectada (…) Si no reciben el tratamiento adecuado, hasta dos terceras partes de los enfermos tuberculosos mueren”. Volvemos a los tiempos de Bolívar.

Capacidad mínima

En el sitio pueden albergarse alrededor de 70 pacientes. 30 mujeres, 30 hombres y 10 o 15 niños. Al momento de la protesta habían tres mujeres, seis hombres y ningún niño. “Este es un hospital sin terapia intensiva, en terapia intensiva”, manifestó Ariex Alejandro Farache, especialista en Neumología de adultos.

Las broncoscopias no se ejecutan desde hace 3 años aproximadamente. Esta técnica que sirve para diagnosticar y tratar enfermedades respiratorias se realizaba con una continuidad que ascendía las 80 al mes, al mismo nivel del Hospital Universitario de Caracas. Este es un aspecto más por lo que obreros, enfermeras, pacientes y familiares decidieron alzar su voz.

Foto: Saúl Zerpa

Hacemos un llamado a las autoridades de salud exigiendo una respuesta a lo que ya tenemos planteado desde hace dos años. Hemos tenido que pedir a los pacientes hasta a comprar lo básico, como lo es una solución, sentenció Farache.

La semana pasada organizaron una comisión interna que se va a dirigir a Insalud, con el propósito de pedir lo que necesitan. El posible cierre es un aspecto que llena de temor a los enfermos y familiares. “Los insumos para cirugías de tórax, escasos. Los que necesitan un drenaje, deben traer el tipo de tubo. El pleur-evac -sistema de drenaje torácico que se utiliza para la evacuación de aire o líquido- se nos terminó, nos enteramos que cada uno está por el orden de los Bs 80 mil. Hay pacientes que necesitan hasta dos. El paciente está viniendo prácticamente a cancelar lo que necesita”, detalló el médico.

Parte de este tratamiento que no se encuentra en el recinto González Plaza, es lo que necesita Zuleima para su hija. Hasta conseguirlo, seguirá viajando a diario. Despertando a las cinco de la mañana para empezar la travesía, que todos los días incluye un nuevo insumo vital para la salud de la joven.




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