Jenny Sáchez Petit

La realidad actual del país, nos lleva a retomar los conceptos básicos de una educación transformadora y liberadora, y el diálogo de saberes como guía dentro de los procesos formativos que deben adelantarse en el medio rural, señaló José David Capielo, docente del área de educación agropecuaria del núcleo Canoabo de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. 

Junto al decidido apoyo estatal a los pequeños y medianos productores, como de los pobladores rurales, se hace necesario una capacitación y formación para el cambio social, que permita consolidar los procesos participativos y la soberanía alimentaria en Venezuela.

Capielo recordó que los planes o actividades de promoción y formación hacía el medio rural, tradicionalmente estuvieron integradas en los programas oficiales de extensión agrícola o rural en pro del desarrollo rural;  lo que ha tenido que dar un vuelco para superar las posiciones positivistas-reduccionistas, que limitaban estas labores a la asistencia técnica y la transferencia de tecnologías agropecuarias.

Bajo esta concepción, considera el docente, se partía de la premisa que solo los institutos de investigación y las universidades eran portadores de la verdad absoluta, y debían extender sus conocimientos a la población rural y los agricultores, como ignorantes de todo saber.   

Capielo está convencido de que en todos los programas, proyectos y actividades de desarrollo o del “buen vivir” en el medio rural, es necesario rescatar y resaltar los procesos formativos y el diálogo de saberes, como elemento fundamental para el avance del conocimiento significativo, y aún más en la conciencia colectiva, para un cambio estructural en el campo.

Asegura que la formación y la capacitación en las actuales circunstancias de cambios estructurales, deben corresponder como nunca a una visión participativa, protagónica, dialógica y transformadora-liberadora de la educación.

No es posible avanzar en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y en la soberanía alimentaria de nuestro país, sino hacemos sustentables los avances a nivel local, garantizando echar bases en la construcción de un modelo agrario alternativo a nivel nacional, correspondiente a lo contemplado en el Plan de la Patria y a la construcción del Socialismo del siglo XXI, afirmó el profesor.

 




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