Marielis Arteaga / Laboratorios Bayer

Conocidos popularmente como ACV, estos episodios potencialmente mortales pueden ser prevenidos o detectados a tiempo para garantizar más sobrevida

En
Venezuela al menos 31 personas mueren diariamente a causa de un ictus
(Accidente Cerebrovascular o ACV, como también se le conoce), según las
estadísticas de 2012 del Ministerio del Poder Popular para la Salud pero
¿cuántos de ellos hubieran podido salvar su vida de haber detectado a tiempo
las señales de alerta de que se estaba ante una alteración súbita de las
arterias cerebrales?

A
pesar de que cada día la ciencia tiene mayores avances en cuanto a la
prevención de los factores de riesgo del ictus, como son la hipertensión
arterial, diabetes, colesterol elevado, fibrilación auricular u otras
arritmias, y han mejorado los tratamientos para disminuir la tasa de
mortalidad, es mucho aun lo que debe hacerse para educar a la población en
cuanto a reconocer los síntomas y signos que alertan sobre la presencia de un
ictus, a fin de tomar a tiempo las acciones de emergencia como es acudir
inmediatamente al médico para evitar la muerte y disminuir la gravedad de las
secuelas cerebrales.

Para
poder actuar con rapidez, es necesario identificar los síntomas del ictus,
según refiere el doctor Mario De Bastos, médico neurólogo y Coordinador del
Grupo de Trabajo en ACV de la Sociedad Venezolana de Neurología, pueden ser los
siguientes:

• Pérdida de fuerza en la cara, brazo
y/o pierna de un lado del cuerpo.

• Pérdida de visión parcial o total en
uno o ambos ojos.

• Alteración o pérdida de la
sensibilidad, sensación de hormigueo en la cara, brazo y/o pierna de un lado
del cuerpo.

• Alteración del habla, dificultad para
expresarse y ser entendido.

• Dolor de cabeza muy intenso, no
habitual y sin causa aparente.

• Sensación de mareo, desequilibrio si
se acompaña de cualquier síntoma anterior.

• Dificultad para recordar o sensación
de confusión repentina

La
atención inmediata ante la presencia de las primeras señales, permite disminuir
el daño cerebral después del ictus y preservar la mayor cantidad de neuronas;
de ahí la importancia de detectarlo lo más pronto posible. Es por ello que, en
el marco del Día Mundial del Ictus, Bayer y la Sociedad Venezolana de
Neurología se han unido a objeto de llevar adelante una campaña educativa para
que la población reconozca, tal como lo hace con los síntomas del infarto,
aquellas señales del ACV.

“El
ictus puede afectar prácticamente todas las funciones humanas y, en ciertos
casos, puede ser causa no solo de discapacidad física sino mental. Una persona
que haya sufrido un ataque cerebral puede tener incapacidad o debilidad para
mover un lado del cuerpo, problemas con el razonamiento, percepción, atención,
juicio o memoria, problemas para entender o articular el habla, problemas para
controlar o expresar las emociones, entumecimiento o sensaciones extrañas y
depresión”, indica el doctor De Bastos.

Sas
Freeman, modelo británica y presentadora de televisión, quien padeció dos ictus
a los 45 años y escribió del audiolibro “Dos ictus no te sacan del juego” (“Two
strokes not out”)  para crear conciencia
sobre el proceso de recuperación después de un ACV, relata que nunca pensó que
siendo tan joven podría sufrir un ictus, pero éste se le presentó luego de un
accidente del tránsito en el cual, aparentemente, un coágulo sanguíneo se
desprendió, causándole la obstrucción de una arteria del cerebro. “»Poco
después del ictus toqué fondo. De la noche a la mañana perdí toda mi
independencia, mi identidad como la conocía. El ictus me dejó la sensación de
que no tenía a nadie a quien recurrir, nadie a quien preguntar cómo salir de
esto. Fue una experiencia desalentadora, miedo «, dijo Sas Freeman.

 

Los riesgos no
conocidos

La
hipertensión arterial es una de las causas más comunes del ictus. “Para reducir
el riesgo de sufrir un ACV es necesario conocer su presión arterial, determinar
sus niveles de colesterol, hacer ejercicio en su rutina diaria, ingerir
alimentos con bajo contenido de sodio y grasas, en caso de tener diabetes
mantener el control adecuado y si fuma, dejar el hábito”, acota el
especialista.

Sin
embargo, existe otro factor de riesgo de alta incidencia que debe considerarse
que es la fibrilación auricular (FA). De hecho en Venezuela se estima que hay
al menos 230.000 personas con esta afección y que esta cifra pudiera aumentar a
un millón para el año 2050.

“El
ictus en pacientes con fibrilación auricular es generalmente más grave que en
otros casos. Se ha comprobado que suelen estar asociados a una mayor mortalidad
y morbilidad del paciente, así como a hospitalizaciones más prolongadas”,
apunta De Bastos. Sin embargo, es importante destacar que con la detección
temprana y un manejo adecuado de este tipo de arritmia, pueden prevenirse la
mayoría de los accidentes cerebrovasculares relacionados. ¿Cómo hacerlo?
Acudiendo al médico para exámenes de diagnóstico en caso de percibir un ritmo
cardíaco irregular.

 




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