Dayrí Blanco
El término no es nuevo dentro de la dinámica económica nacional. Exportar fue posible para Venezuela por muchos años. Rubros agrícolas y manufactureros estaban incluidos en el mercado internacional. Pero la realidad indica que se trata de una práctica devaluada. Cada vez se vende menos al exterior como consecuencia de un parque industrial deprimido e incapaz de abastecer la demanda interna. Sin embargo, desde el Ejecutivo se insiste lo contrario aunque los números indican que durante los últimos 16 años las exportaciones han disminuido en 80%.
Puerto Cabello generó durante 2015 mil 80 millones dólares que representa el 60% de la cifra total del país de mil 800 millones. Eso es apenas el 20% de los cinco mil 400 millones de dólares que ingresaban a Venezuela por concepto de las exportaciones que salían desde los muelles carabobeños en 1999, de los nueve mil millones que entraron a caja venezolana.
Las industrias de la región eran capaces de producir para cubrir el mercado nacional e internacional, chasis y otras piezas automotrices que se vendían a los integrantes de la Comunidad Andina de Naciones; calzados; textiles; productos plásticos; químicos y fertilizantes. Por tierra también se enviaban vehículos, recordó Damiano Del Vescovo, presidente de Fedecámaras Carabobo.
Cargas particulares
En La Guaira exportar es un asunto casi exclusivo de particulares. En 2015 salieron 592 contenedores bajo ese concepto que nada tiene que ver con la generación de dólares para el país ni para la recuperación de su economía. Y durante lo que va de 2016, hasta el lunes 25 de enero, se contabilizaron 28 unidades de este tipo de carga de los 91 que han salido.
En total dos mil 467 contenedores fueron exportados el año pasado por esa vía, que representa 1,37% de los más de 180 mil que ingresaron como importación, que significa una desproporción considerable entre los recursos que se gastan y los que se generan en dólares.
Por La Guaira lo que aún se exporta es pieles, manteca y cacao en granos, manufacturas plásticas, productos químicos, vehículos, maquinaria y cauchos.
Propuesta de Fedecámaras
Las trabas portuarias deben desaparecer. Los empresarios apuestan a la reactivación de líneas de producción paralizadas con la importación, desde países como Panamá, de materia prima para ser transformada en productos terminados destinados a la exportación. Es una salida a la crisis de divisas. Pero no se puede ser competitivo en el mercado internacional si se mantienen los más de 40 trámites burocráticos en las aduanas del país.
La Administración Temporal para Perfeccionamiento de Activos (ATPA) es una figura contemplada en la nueva Ley de Aduanas que exonera de impuestos los materiales que serán empleados para la elaboración de bienes que se colocarán en otros países. Es un elemento que pretende ser aprovechado. Para ello desde Fedecámaras se están haciendo las evaluaciones pertinentes y elaborando un plan de acción que inició con la república de Panamá que requiere de productos de industria del plástico, metalmecánica, calzados, textil y químico, que las pequeñas y medianas industrias carabobeñas le pueden suministrar.
Manejo de puertos
La legisladora Neidy Rosal exigió a la Contraloría General que emita una respuesta a la denuncia que hizo ante ese órgano del Estado donde solicitó una investigación exhaustiva del manejo que el Gobierno le ha dado durante los últimos tres años a los puertos del país, con respecto a los procesos de importación y distribución de alimentos.
Rosal pide investigar lo que ocurre con la poca productividad de las empresas nacionalizadas en manos del Ejecutivo, ya que representan el 60% de la capacidad instalada de producción de alimentos en el país.
Con información de Beatriz Rojas
