Pronostican años de inestabilidad política, económica y social. (Foto Archivo)
María Eugenia Epinoza
Dos o tres años de inestabilidad económica, política y social en Venezuela pronostica el politólogo John Magdaleno. Consideró que está situación se traduciría a un incremento de pobreza total antes de culminar el 2015. Aseguró que durante los últimos dos años hubo un crecimiento importante de las tasas de inflación. En el 2013 la inflación se ubicó en 56%, el año pasado en 69% y este año se estima que puede estar por encima del 100%, lo que implicaría una hiperinflación.
Las altas tasas de inflación deterioran el ingreso real, lo que significa un crecimiento de la pobreza, que conlleva a un malestar social. “Vivimos un clima de creciente irritación e inestabilidad que puede durar entre dos y tres años. A medida que el Gobierno se tarde mas en tomar las medidas de ajuste macroeconómico más tiempo dura la crisis y el periodo de inestabilidad”, enfatizó el politólogo durante un foro en el Hotel Hesperia WTC..
Magdaleno alegó que el Gobierno no implementa estrategias para resolver la crisis. “Por el contrario, anuncia radicalización de sus políticas y puede llegar a producir una crisis socioeconómica más grave”. El panorama económico que predice a corto plazo es que las tasas de inflación sean más elevadas, la escases se pronuncie y se agudice cada vez más la crisis. Destacó que en los dos primeros meses del años 2015, la tasa de inflación intermensual oscilo entre 10 y 11 puntos porcentuales cada mes.
El economista Ángel Alayón destacó que en Venezuela existe una economía en recesión lo que implica el decrecimiento económico y una alta inflación, con una expectativa de crecimiento importante en los precios, y una alta escases que han crecido significativamente. Esto representa un cuadro de desequilibrio económico que se ha profundizado y se traduce en escasez, mayor inflación.
Alayón mencionó que existe una caída significativa de los ingresos petroleros. Estima que en comparación con el 2014 habrá una caída de 30 mil millones de dólares, lo que implicaría menos importaciones y afectaría la oferta de productos disponibles en Venezuela.
