LeBron James ya logró con los Heat de Miami dos títulos. (Foto AP)

EFE

El alero LeBron James que disputará su sexta final de la NBA, quinta seguida con un equipo diferente, la segunda con los Cavaliers de Cleveland, es consciente de que tendrá la oportunidad de lograr más que un título de liga, si se imponen a los Warriors de Golden State.

James ya logró con los Heat de Miami dos títulos, pero su gran promesa desde que llegó a la NBA fue darle el primero a Cavaliers, al que volvió para cumplirla con una segunda etapa de su carrera.

El jugador considerado por muchos como el mejor del mundo sabe que el haber alcanzado la final le da esa oportunidad, pero si no consigue con los Cavalies superar a los Warriors, las interrogantes volverán a pesar sobre su figura como líder en los momentos decisivos.

Aunque James afirmó antes del primer partido de la serie al mejor de siete que no siente más presión en estas finales que en las cinco disputadas anteriormente.

«Tenemos muy claro lo que queremos conseguir como equipo y por lo tanto no se trata de un solo jugador sino de todo el equipo que va a luchar por culminar el objetivo que nos propusimos al comienzo de temporada. Sé que mi aportación es muy importante, pero la de mis compañeros más».

James ha reconocido que está en el mejor momento de su carrera y lo demostró al ser el artífice de los triunfos que pusieron a los Cavaliers en las finales al superar a Bulls de Chicago y Hawks de Atlanta en ‘semis’ y finales de la Conferencia Este.

Pero James también es consciente de que el título de liga con los Cavaliers no sólo le permitirá cumplir con la promesa y dejar todavía más en evidencia al dueño de los Cavaliers, Dan Gilbert, el mismo que le llamó «cobarde» en una carta abierta cuando decidió irse como agente libre con los Heat, sino que dejará definida para siempre su carrera y legado como profesional.

‘King’ James reconoce que si es campeón en 2015 con Cavaliers estaría en la cúspide de su carrera porque no tiene a su lado a ninguna estrella, como sucedió con los Heat, donde le apoyaron Dwyane Wade y Chris Bosh, que lo salvaron en momentos decisivos.

Superar a los Warriors, el mejor equipo de la liga con marca de 67-15 en la temporada regular y 46-3 en su campo del Oracle Arena, incluidos los partidos de la fase final, le daría el plus de haber logrado el título más importante de su carrera.

«No creo que el ganar el título nos cuestione el tipo de equipo que estamos formando cuando esta temporada todos éramos nuevos, incluido el entrenador, hemos sufrido lesiones permanentes, pero encontramos la manera de ser ganadores», valoró James sobre el valor que tienen los actuales Cavaliers.

James se refería a los problemas de adaptación que tuvo el ala-pívot Kevin Love antes de que se lesionara de gravedad el hombro izquierdo en la primera ronda de la fase final frente a los Celtics de Boston y fuese baja definitiva.

Antes también perdieron al pívot brasileño Anderson Varejao, que no pudo jugar desde el inicio de temporada y los problemas permanentes rodilla del base Kirye Irving.

El propio James también sufrió lesiones y se perdió 13 partidos, pero a pesar de todas las adversidades, los Cavaliers volvieron a ser un equipo ganador y campeón en la División Central, al superar nada menos que a los favoritos Bulls.

Gracias a James, los Cavaliers, que en las últimas cuatro temporadas sin su gran estrella fueron el peor equipo de la NBA con marca combinada de 97-215, volvieron a la elite y a estar a cuatro triunfos de alcanzar su primer título de liga en la historia de la franquicia.

Todo está cumplido, James hizo las paces con Gilbert, pero falta ese título que tuvo que ir a conseguir primero con los Heat y ahora ya quiere para los Cavaliers, algo que sólo será posible si al final pueden superar a unos Warriors dominantes con su nueva estrella Stephen Curry, el mismo que ocupó su puesto de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.

A sus 30 años, James está de nuevo ante otra gran oportunidad de ser el jugador que verdaderamente ocupará el puesto dejado por el legendario Michael Jordan, derecho que ahora comparte con el escolta de Los Ángeles Lakers, Kobe Bryant.

«No tengo ningún interés en compararme a nadie, sólo quiero ser yo mismo y ahora más que nunca darle un título a los Cavaliers y para eso, antes tenemos que ganar a los Warriors, que son el mejor equipo de la NBA», sentenció James.




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