Díaz Guzmán tiene 15 años en situación de calle. (Foto Carlos Andrés Pérez)
Cristhopher Borrero
Debajo del elevado de Las Chimeneas, en la avenida Rojas Queipo, vive José Ramón Díaz Guzmán, de 60 años, quien desde hace 15 años está en situación de calle. En el espacio que ocupa solo hay una colchoneta, algunos frascos de agua y su almohada. No tiene mucho que llevar a cuestas, pero dentro del precario estado en el que vive mantiene el orden. Le gusta tener las cosas recogidas, por ello ubica esos frascos en un lugar donde no estorben a los transeúntes, tiende su cama cada vez que se despierta y lava su ropa cada vez que puede. Su deseo: reencontrarse con su familia.
Sus días comienzan tarde y sus noches son largas, pues prefiere permanecer atento a los peligros de la noche y luego dormir con el sol como celador de sus sueños. Denunció que suele ser víctima de abusos por parte de algunos funcionarios policiales y ciudadanos. “A veces solo me insultan, pero otras veces se meten conmigo, me despiertan de mi sueño y me lanzan cosas. Unas vez me golpearon sin motivo”.
Según trabajadores informales de la zona, José Ramón lleva cerca de un mes en el mismo lugar. Admitió que por lo general permanece en los sitios donde se instala hasta que el hampa o la policía se lo permitan.
Solo en el segundo trimestre de 2013 dos millones 791 mil 292 personas se encontraban en pobreza extrema, así lo refrendó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su último informe. Díaz Guzmán no es solo otro número dentro de las estadísticas nacionales.
Hace ocho años el Gobierno nacional creó la Misión Negra Hipólita para atender a los venezolanos que como José Ramón se encuentran en situación de calle. Pese a tener 39 sedes distribuidas en el país pareciera que no se dan abasto para atacar la problemática. Hasta 2012 solo seis mil 616 personas fueron beneficiadas con este proyecto social.
En reiteradas oportunidades se intentó establecer comunicación telefónica con representantes de la Misión Negra Hipólita pero no fue posible. En Carabobo solo existe una sede. La Comunidad Terapéutica Socialista Antonio Ricaurte, en Carlos Arvelo, tampoco atendió al llamado.
Navidades desde la calle
José Ramón Díaz Guzmán no sueña con salir de viaje o comprarse ropa, tampoco está preocupado por hacer las hallacas o comprar pan de jamón. Solo quiere reencontrarse con sus familiares. Dijo que sus hermanas viven en Valencia y que le gustaría verlas en Navidad.
