José Servellón. (Foto Fernando Aguirre)
Gabriela Espinoza F. || gespinoza@el-carabobeno.com
Los usuarios de las redes sociales que mantienen un constante cuestionamiento hacia las líneas políticas del Gobierno nacional, se han convertido en una amenaza para éste. Un ejemplo de ello fue la detención de José Servellón por tuitear sobre el funeral de Robert Serra, diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) asesinado el 1° de octubre.
Que ejerciera el derecho a la libertad de expresión y de opinión consagrado en la Constitución nacional, fue la acción que motivó a que una comisión de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se presentara sin ninguna orden judicial en su residencia, tres días después de haber publicado los mensajes.
José Servellón fue acusado de instigación pública y estuvo detenido por cuatro días en las instalaciones de ese organismo en Naguanagua. Fue dejado en libertad el viernes 10 de octubre, bajo una medida cautelar de presentación de fiadores. Luego de presentarse ante el Ministerio Público.
El ingeniero civil, graduado de la Universidad de Carabobo, considera que los seis mensajes que emitió evidencian una posición política que no llama al odio ni a delinquir. Hoy en día está bajo un proceso penal de investigación, tutelado por el Misterio Público.
La fiscalía tiene ocho meses para presentar sus actos conclusivos, lo que podría terminar con una audiencia preliminar.
El abogado Eliécer Jiménez, excolaborador del Foro Penal, explicó que dependerá de los resultados de la investigación para que el Ministerio Público puede anunciar tres medidas: Solicitud del archivo de la causa, un sobrecedimiento o presentar una acusación.
La violación a la libertad de expresión es el principal derecho que le quebrantaron a este usuario de Twitter, por lo que su detención es arbitraria, sentenció el abogado. El defensor observó en casi todos los casos de los detenidos durante las protestas registrada en Carabobo, desde febrero, una serie de acusaciones sin elementos por parte del Ministerio Público.
José Servellón de 28 años estima que las personas deben ser respetadas por emitir su opinión, porque en su caso nunca buscó expresar el odio, sino emitir una opinión en base a sus creencias. Además no se considera una persona influyente para que tomaran este tipo de medida en su contra.
Debido a que le prohibieron utilizar la red social Twitter, decidió eliminar la cuenta, que era seguida por personas que calificó como corrientes. Consideró que obligarlo a abandonar esta red limita de forma injusta expresarse.
