EFE
El abridor derecho Kyle Hendricks fue el elegido por el piloto de los Cachorros de Chicago, Joe Maddon, para que abra el sexto partido de la serie de campeonato de la Liga Nacional que el equipo va a disputar contra los Dodgers de Los Ángeles.
Hendricks, de 26 años, es consciente que no tiene la popularidad que otros abridores importantes que hay dentro de la rotación de los Cachorros, pero el reto que se le presenta es el juego más importante de su carrera con los focos de luces puestos sobre su trabajo y su figura.
A pesar que se llevó el título de efectividad de la Liga Nacional, el rival que Hendricks va a enfrentar en el montículo será nada menos que al zurdo estelar Clayton Kershaw que acapara toda la atención de cara al duelo que ambos sostendrán en el Wrigley Field de Chicago.
Los Cachorros, que se impusieron el jueves por 8-4, dominan la serie 3-2 al mejor de siete y están a una victoria de llegar a la Serie Mundial por primera vez desde 1945.
Kershaw tendrá la gran responsabilidad de hacer frente a su condición de estrella y además la de conseguir que los Dodgers no que den eliminados porque solo les vale el triunfo.
Hendricks, por su parte, puede poner a celebrar a toda una ciudad con un triunfo, pero si pierden todavía tendrán la oportunidad de séptimo partido, también en Chicago.
«Es importante, pero al final del día tienes que verlo como un juego cualquiera», valoró Hendricks cuatro días después de haber sido superado por Kershaw. «Va a ser el mismo ambiente que en el segundo juego, Kershaw de nuevo. Estoy esperando la hora. Es un buen duelo. Me emociona tener una nueva oportunidad».
Hendricks hizo una gran labor ante Kershaw, considerado por muchos como el mejor lanzador de la nueva generación, pero cometió un error que el primera base mexicano Adrián González convirtió en jonrón para darle a los Dodgers una victoria de 1-0.
Sin embargo, la actuación de Hendricks, una semana después de haber sido golpeado en el brazo por una línea, sirvió para recordar que se puede confiar en su condición.
Hendricks dejó en la temporada regular 2.13 de efectividad y se convertió en el cuarto lanzador en la historia del béisbol que hace 30 aperturas en una temporada sin permitir más de cuatro carreras en ninguna de ella.
Solo antes lo habían logrado Billy Pierce (1960), Phil Ortega (1967) y Tyson Ross (2015) lo habían hecho desde 1913.
Hendricks también estuvo entre los líderes de la liga en OPS en contra (.581), WHIP (0.98), hits por cada nueve entradas (6.73) y promedio de slugging en contra (.319).
Su efectividad de 1.32 en Wrigley Field fue la segunda mejor en la historia de la franquicia, y sus 24 aperturas de dos o menos carreras lo igualaron con su compañero, el zurdo Jon Lester, al frente de ambas ligas.
«Obviamente tuvo un año impresionante», admitió Kershaw de Hendricks. «Es como el Greg Maddux de esta generación, por su habilidad para hacer que la pelota se mueva hacia adentro, hacia afuera, y eso le permite lograr que los bateadores se sientan atraídos a hacer swing, pero no puedan pegarle a la bola con la parte gruesa del bate. Es muy bueno mezclando y cambiando velocidades. Es un rival duro, no hay dudas».
Los Cachorros colocaron a Hendricks en ese lugar de la rotación porque creen que un par de aperturas en un sitio donde ha lanzado bien harían de él un digno oponente de Kershaw.
En sus 17 inicios en casa este año, incluidos los dos de la postemporada, ha permitido 16 carreras limpias, y eso es lo que quiere seguir haciendo ante los Dodgers en busca de darle a los Cachorros el pase la Serie Mundial.
